«Después de dos puntos de 18 fuera, ya toca. Debería llegar y queremos que llegue», ha señalado Lillo en rueda de prensa en referencia a la posibilidad de ganar el primer partido de la temporada lejos de Iruñea.

El lateral derecho alicantino comentó que Osasuna afronta el encuentro en el estadio Francisco de la Hera reforzado tras la remontada ante el Málaga el pasado sábado en El Sadar.

«Parece que el equipo ha mejorado un poco como visitante en las tres últimas salidas. Estamos en una buena situación para ganar los tres puntos. Vamos con esa mentalidad y el refuerzo de haber ganado a un buen equipo como el Málaga», ha observado.

Lillo ha subrayado que Osasuna tiene siempre la «misma mentalidad» de ir a por la victoria y ha destacado que para estar «más cerca de arriba» necesitan acabar con la mala racha fuera de casa.

El futbolista rojillo ha indicado que espera un partido «jodido» ante el Extremadura, un rival que «no lo está pasando muy bien y viene de una derrota en Córdoba», por lo que «querrá ganar ante su gente».

Lillo ha restado importancia al largo viaje en autobús hasta Almendralejo (Badajoz), mientras que en el plano personal se ha mostrado satisfecho con su rendimiento, aunque ha destacado que lo importante «es lo colectivo y que el equipo vaya sumando».

Sobre la sanción de tres partidos a su compañero Xisco Jiménez, Lillo ha indicado que le ha sentido «falta» al delantero balear, ya que solo «quiso mediar en la tangana» en el partido contra el Málaga.

«Se ha llevado la peor parte. Que a un jugador expulsado con roja directa (por el futbolista del Málaga) le caiga un partido y que a Xisco, que intentó mediar, le caigan tres, es un poco exagerado», ha opinado.

El entrenador osasunista, Jagoba Arrasate, ha dirigido un entrenamiento breve en Taxoare, lo habitual a dos días de los partidos, y este viernes lo hará a puerta cerrada antes de emprender el viaje a Extremadura.

Son bajas para el sábado los lesionados Íñigo Pérez y Sergio Herrera, y el sancionado Xisco Jiménez, mientras que Arrasate recupera a Oier Sanjurjo, un fijo en sus alineaciones, tras cumplir un encuentro de sanción por acumulación de tarjetas amarillas.