Airbnb ha indicado en un comunicado publicado en su página web que es consciente de que existen «visiones enfrentadas sobre si las compañías deben hacer negocio en territorios ocupados objeto de disputas históricas entre israelíes y palestinos». Así, ha recordado que «la legislación estadounidense permite a compañías como Airbnb participar en negocios en estos territorios» y ha manifestado que la empresa operó en los asentamientos en el pasado porque considera que «el viaje de persona a persona tiene un valor considerable» y quiere «ayudar a unir a la gente en muchos lugares del mundo».
Sin embargo, ha explicado que, tras analizar la situación, ha decidido «eliminar de sus listas las viviendas en asentamientos israelíes en Cisjordania que están en el centro de la disputa entre israelíes y palestinos».
En este sentido, Airbnb ha detallado que esta decisión afecta a cerca de 200 viviendas, si bien no se ha pronunciado sobre cuándo entrará en vigor. «Sabemos que la gente estará en desacuerdo con esta decisión y apreciamos su perspectiva. Este es un asunto controvertido», ha reconocido.
«Nuestra esperanza es que algún día, antes que después, habrá un marco en el que la totalidad de la comunidad internacional esté de acuerdo para lograr una resolución a este conflicto histórico y un camino claro hacia adelante que todos sigamos», ha dicho.
El Gobierno palestino presentó en mayo una denuncia ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por los crímenes de guerra perpetrados en relación con el régimen de asentamientos coloniales en Cisjordania, bajo ocupación militar israelí desde 1967. Las posibilidades de éxito de este proceso judicial dependen en gran medida de la colaboración de Israel, ya que el acceso a los territorios palestinos depende casi por completo de la autorización del Estado hebreo.
Además de con el consentimiento israelí, la investigación solo podría ser viable si el Consejo de Seguridad de la ONU la solicita, un foro en el que EEUU tiene derecho de veto.