La Comisión de Bruselas y el Gobierno de Londres alcanzaron ayer un acuerdo de principio en torno a la declaración política que marca los parámetros de los lazos entre Gran Bretaña y la Unión Europea una vez se consume definitivamente el Brexit.

La declaración política, que deberá ser validada junto al Tratado de Retirada en la cumbre especial del Consejo Europeo del domingo, no tiene como este valor jurídico, pero sí un gran poso político, en la medida en que fija el cuadro de las nuevas y decisivas negociaciones que arrancarán tras la formalización de la salida británica de la UE, programada el 29 de marzo de 2019. Y es que entonces se abrirá un período de transición-negociación inicialmente previsto hasta finales de 2020, pero que según el calendario aprobado en ese acuerdo de declaración política, solo podrá ser prorrogado hasta finales de 2022, nunca más allá de esa fecha.

Durante ese período de transición, Gran Bretaña continuará aplicando las reglas de la UE contribuyendo financieramente a su presupuesto, pero sin voz ni voto en sus decisiones, para ira de los partidarios de una ruptura neta y rápida. Portavoces del ala eurófoba del partido tory tildaron de «rendición» esa declaración. «Este acuerdo evita que obtengamos los beneficios del Brexit, mientras que nos deja atados a las peores partes de la Unión Europea», recalcó el parlamentario conservador Ranil Jayawardena.

May: un acuerdo «adecuado»

Por contra, la primera ministra británica, Theresa May, señaló que la declaración acordada con la Comisión Europea es la «adecuada» para Gran Bretaña al cumplir con la voluntad expresada por los votantes en el referéndum de 2016.

En unas palabras ante la residencia oficial de Downing Street, la jefa del Gobierno afirmó que el acuerdo vislumbra un buen futuro para el país y está «determinada» a que sea aprobado en el Parlamento, antes del parón navideño.

May, quien tenía previsto comparecer ayer mismo ante el Parlamento de Westminster para dar más detalles sobre el consenso alcanzado, y que se reunió el miércoles en Bruselas durante dos horas con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, señaló que el acuerdo «cumple con el voto del referéndum, devuelve el control de nuestras fronteras, nuestro dinero y nuestras leyes y lo hace al tiempo que protege los empleos, la seguridad y la integridad de Gran Bretaña».

Asociación «ambiciosa»

Según algunas filtraciones del documento, la declaración política apuesta por que la UE y Gran Bretaña mantengan «una asociación ambiciosa, amplia, profunda y flexible» en áreas como la cooperación económica y comercial.

El equilibrio debe asegurar «la autonomía del poder de decisión de la UE y ser consistente (...) con la integridad del mercado único y la unión aduanera», así como «la soberanía del Reino Unido (...), respetando la decisión del referéndum de 2016».

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, confirmó en la mañana de ayer que «acabo de enviar a los Veintisiete un borrador de la declaración política sobre la futura relación entre la UE y Gran Bretaña. El presidente de la Comisión (Europea, Jean-Claude Juncker,) me ha informado de que ha sido acordado a nivel de negociadores (de ambas partes) y acordado en principio a nivel político»,

Reservas

Y es que las reservas mostradas por los comisarios comunitarios y por algunos países miembros en las maratonianas reuniones bilaterales de estos días no se limitaban a la exigencia de poner un límite temporal al período de transición post-Brexit. La cuestión del acceso a los recursos pesqueros en aguas británicas, planteada sobre todo por el Estado francés, seguía coleando.

Gibraltar

Pero, sin duda alguna, lo que más preocupa es la cuestión de Gibraltar y el malestar del Gobierno español por el hecho de que la redacción ambigua del artículo 184 del Tratado de Retirada no especifica que Madrid tenga la última palabra en torno al futuro de Gibraltar tras el Brexit en el marco de la bilateralidad que la UE reconoce hasta la fecha al Estado español y a Gran Bretaña para negociar cuestiones relacionadas con el Peñón.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reiteró ayer que vetará el domingo los acuerdos sobre el Brexit si no recogen ese reconocimiento del estatus español en las negociaciones sobre Gibraltar y justificó esa amenaza porque «es una cuestión que afecta a la soberanía nacional».

Fuentes comunitarias confirmaron que ni la cuestión de la pesca ni Gibraltar aparecen mencionados en el texto de la declaración política aunque insistieron, junto con la canciller alemana, Angela Merkel, en que se trata de temas no resueltos y que seguirán siendo trabajados para su eventual incorporación en una declaración en fase de «borrador» y que se considera «abierta». La UE espera cerrar esos flecos durante las próximas horas.

IGANDERA BEGIRA AKORDIOA

Aurkariak nonahi baditu ere, Theresa May premier britainiarraren posizioa indartu egin da Bruselako Batzordearekin adostu duen Adierazpen Politikoaren ondoren. Hori bai, akordioak dagoeneko sutan dauden hautsak harrotu ditu bere taldeko kide-etsai eurofoboen artean. Hala ere, eta datozen orduetan Westminsterreko Parlamentuan sumatu daitezkeen mugimenduak gainditzen baditu, Europar Batasunak izango du egun hauetan erronka. Igandean, gailur berezian. Aipatu Adierazpen Politikoa eta Brexitaren Ituna onartu egin behar dute 27 estatuburuek. Bruselak dena mamituta nahi du ordurako, gailur azkar-azkarra egiteko. Ikusi egin behar.