«No se adoptó decisión personal alguna ni por la presidenta del Gobierno, ni por el consejero de Hacienda, de quien depende el servicio de Patrimonio, ni por mí, la responsable de Policía Foral, ni por la consejera Solana, quien me sustituía», ha afirmado Beaumont en comisión parlamentaria, donde comparecía junto a la portavoz del Ejecutivo y consejera de Educación, María Solana, para informar sobre esta cuestión.
Beaumont ha hecho una cronología de los hechos acontecidos y puesto de relieve las diversas situaciones en las que el Gobierno de Nafarroa mostró su «voluntad contraria a tolerar la ocupación» sin permanecer «inactivo».
De hecho, ha dicho, ante la «falta de consentimiento» del Ejecutivo tanto para la ocupación como para la realización de actividades, se instó a los ocupantes a que desistieran de sus actuaciones.
En cuanto a la nueva ocupación del inmueble una vez desalojado, la consejera, que se ha remitido a una pregunta formulada en pleno, ha repetido que el palacio «es un edificio vulnerable» y que tanto por su estructura, como por sus características y su localización, «presenta importantes dificultades para realizar un cierre eficaz del mismo».
La consejera ha querido, además, responder a las críticas vertidas sobre su persona por estar ausente el día del desalojo y reocupación, y al respecto ha indicado que, «al igual que el común de los mortales, algún día tenemos que descansar y conciliar nuestra vida laboral y familiar».