El mandatario ha tomado juramento ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en Caracas. «Juro a nombre del pueblo de Venezuela (...) que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma y que cumpliré y haré cumplir todos los postulados y mandatos de la Constitución», ha dicho Maduro ante el presidente del TSJ, Maikel Moreno.
El juramento, ha indicado el Maduro, es un compromiso con el que procura «defender la independencia e integridad absoluta de la patria, procurar llevar a la prosperidad social y económica» al pueblo venezolano y «construir el socialismo del siglo XXI».
A continuación, Moreno le ha proclamado presidente para el periodo 2019-2025 y le ha impuesto los atributos presidenciales de Venezuela, el collar y la banda, en medio de los gritos de «victoria» del público, que ha estallado en aplausos con las menciones a Chávez.
La toma de posesión se ha llevado a cabo en el TSJ y no en el Parlamento, como indica la Constitución, después de que el Supremo declarase a la Cámara en «desacato» en 2016, pocas semanas después de que la oposición se hiciera con la mayoría de los escaños.
Presión internacional contra Maduro
Trece países del Grupo de Lima –Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía–, Estados Unidos y Canadá, así como la UE y sus estados miembro han decidido no acudir.
México, el otro integrante del Grupo de Lima, ha optado por enviar al encargado de negocios de su Embajada en Caracas.
El Grupo de Lima ha anunciado que, a partir del 10 de enero, iniciará una ofensiva diplomática contra Maduro y su Gobierno para forzarle a celebrar unas elecciones «creíbles». Estados Unidos ya ha ampliado su lista de sanciones contra Venezuela –el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, ha afirmado que EEUU no reconocerá la «ilegítima» toma de posesión– y la UE se mantiene a la expectativa.
Actitud «injerencista»
Maduro ha respondido dando un ultimátum de 48 horas al Grupo de Lima –al que ha calificado de marioneta de Estados Unidos– para que corrija su actitud «injerencista», bajo amenaza de adoptar «las medidas más crudas y enérgicas en diplomacia y en defensa de un Gobierno».
«Con 19 votos a favor, seis en contra, ocho abstenciones y una ausencia, el Consejo Permanente de la OEA acuerda ‘no reconocer la legitimidad del período del régimen de Nicolás Maduro a partir del 10 de enero de 2019’», ha anunciado el bloque regional en Twitter.
En una intervención ante la prensa en el Palacio de Gobierno, el mandatario ha señalado que su Gobierno ha adoptado «la decisión de romper relaciones diplomáticas con la República Bolivariana de Venezuela», en base al «ejercicio de sus atribuciones constitucionales y de la soberanía nacional».
¨En ese sentido se ha dispuesto el cierre de nuestra embajada y el inmediato retiro del personal diplomático paraguayo acreditado ante dicho país», ha explicado.