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El mundo, y la propia UE, reproduce el cisma interno en Venezuela

La intentona golpista protagonizada en Venezuela por Juan Guaidó, con apoyo de EEUU y el Grupo de Lima, generó una cascada de reacciones que reproducen el cisma que vive el país. Rusia y China se posicionaban como principales apoyos de Maduro, la UE pedía elecciones aunque mostraba grietas internas y la FANB cerraba filas con el Gobierno.

La autoproclamación del jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela el miércoles recabó prácticamente de inmediato muchos apoyos, entre los que destacaban los de EEUU y el Grupo de Lima casi al completo, pero el presidente legítimo del país caribeño, Nicolás Maduro, retiene importantes apoyos en la arena internacional, como Rusia y China, además de sus aliados latinoamericanos Cuba, Bolivia y Nicaragua.

El presidente ruso, Vladimir Putin, principal sostén político y militar de Caracas, telefoneó a Maduro para reiterarle su apoyo a las autoridades legítimas ante «la destructiva injerencia exterior» que busca agravar la crisis política, al tiempo que se pronunciaba a favor del diálogo.

El Kremlin advirtió de que reconocer Guaidó «es el camino directo hacia el caos y la destrucción», y Dmitri Medvedev, el primer ministro, calificó de «cuasi golpe de Estado» apoyado por líderes de otros países lo sucedido y aseguró que «nadie» tiene derecho a derrocar a un dirigente por medios ilegales.

China, el verdadero apoyo económico de Venezuela, mostró su apoyo a «los esfuerzos del Gobierno de Venezuela para mantener su soberanía, independencia y estabilidad» y censuró la «intrusión en asuntos internos» de EEUU. La portavoz del Ministerio de Exteriores, Hua Chunying, instó a la comunidad internacional a hacer «esfuerzos» para ponerle fin.

También Turquía se alineó con Caracas. Su presidente, Recep Tayyip Erdogan, que telefoneó a Maduro, calificó de «totalitarios» a los países que han reconocido al golpista Guaidó.

Desde el Viejo Continente, la UE –que discutirá hoy una salida a la crisis– mostró una extrema prudencia, intentando no quemar su iniciativa de diálogo, pero se enfrenta una presión creciente en su seno. Trató de evidenciar unanimidad evitando reconocer explícitamente a Guaidó, expresando su «total apoyo» a la Asamblea Nacional como la institución elegida democráticamente y apostando por la convocatoria inmediata de elecciones «creíbles». Pero las grietas no tardaron en aparecer. Londres restó legitimidad a Maduro y alabó a Guaidó y, desde París, Emmanuel Macron destacó la «valentía» de quienes «caminan por su libertad» y dijo que Europa «apoya la restauración de la democracia». El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, presionado por la oposición para reconocer a Guaidó, habló con él para conocer sus planes. Dinamarca confió en que «las fuerzas democráticas tengan suerte en la lucha contra un régimen despótico y expulsen al socialismo demencial que ha llevado al país al borde de la catástrofe».

La ONU apeló al «diálogo» para evitar el «desastre», mientras, en la OEA, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, pidió a las fuerzas de seguridad que no repriman «la transición democrática» y protejan a Guaidó, y anunció 20 millones de dólares en «ayuda humanitaria» para el «pueblo». Instó al organismo americano a reconocer a Guaidó, lo que hicieron sólo 16 de sus 34 miembros.

Apoyo «indefectible»

En Venezuela, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) cerró filas con el Gobierno de Nicolás Maduro, que ordenó clausurar la Embajada y consulados de EEUU –pese a la negativa de Washington a retirar a su personal– y obtuvo el apoyo del Tribunal Supremo que denunció que «se está gestando un golpe de Estado con la anuencia de gobiernos extranjeros con un vasto antecedente de conspiración y promotores de guerra fratricida en la región».

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, acompañado de otros jefes militares, leyó un comunicado en nombre de la FANB en el que ésta ratifica su respaldo a Maduro –al que se sumaron los ocho generales encargados de la defensa de las diferentes regiones del país y 19 de los 23 gobernadores–, y advierte de que «no aceptará jamás un presidente impuesto». El apoyo de la FANB al legítimo jefe del Estado es «indefectible e inexorable», aseguró Padrino.

El comunicado de la FANB denuncia «una guerra híbrida sin precedentes en contra de Venezuela que incluye bloqueo económico financiero, sabotaje, desinformación y falsas noticias entre otras técnicas para generar ingobernabilidad y justificar una intervención militar».

Ayer, Nicolás Maduro anunció que acepta la iniciativa diplomática propuesta por México y Uruguay para abrir un nuevo diálogo entre las partes de cara a «buscar una negociación, para buscar la paz (…) Estoy listo».

 

El EBB insta a Maduro a dejar «el poder de manera inmediata»

El EBB del PNV instó a Maduro, en un comunicado, a dejar el «poder de manera inmediata y pacífica» y a «posibilitar unas elecciones presidenciales realmente democráticas y libres». Tildó de «ilegítima» la toma de posesión de Maduro para un segundo mandato, al tiempo que respaldó la actuación de Juan Guaidó, a quien «animamos a asumir plenamente el mandato constitucional para establecer un breve período de transición y convocar unas elecciones transparentes que estén avaladas y supervisadas por un arbitraje electoral internacional». «Exhortamos a todas las fuerzas democráticas venezolanas a una reagrupación y unidad de acción para combatir eficazmente la deriva autoritaria y preparar la transición democrática», resaltó.

En su página de Facebook, el lehendakari Iñigo Urkullu remarcó «la necesidad de preservar la seguridad e integridad de la población y de sus representantes en la Asamblea Nacional, a la que reconocemos».

Hizo suyo el pronunciamiento de la Alta Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, quien abogó por la convocatoria de elecciones. «Abogamos por un solución pacífica y democrática para Venezuela», señaló.

EH Bildu rechazó «la injerencia externa» en Venezuela. «A los agentes externos les corresponde en cualquier caso facilitar el diálogo y la distensión para buscar soluciones, no acrecentar tensiones, promover la confrontación interna y generar dificultades añadidas a las ya existentes.

«Es innegable que Venezuela atraviesa una situación complicada, pero corresponde al pueblo venezolano resolver dicha situación a través del diálogo y sin injerencia», insistió.

Ezker Anitza-IU condenó el intento de golpe de Estado. Su coordinadora, Isabel Salud, recordó que «en estos momentos es más necesario que nunca el reconocimiento y respaldo al orden constitucional vigente en Venezuela y a su presidente, Nicolás Maduro». Exigió «el máximo respeto a la soberanía del pueblo de Venezuela». Abogó por «apostar por la paz, la democracia y el orden constitucional y la no injerencia en los asuntos internos de Venezuela».

Para ELA, la actuación situación en el país latinoamericano responde a «una operación orquestada bajo el liderazgo del gobierno de EEUU, que nos retrotrae a las épocas más oscuras vividas en América Latina, que creíamos ya enterradas para siempre».

Consideró «esencial el apoyo a la paz, la democracia y la soberanía». Denunció que los gobiernos estén apoyando «el golpe de estado están atentando contra esos valores».

Para hoy hay convocadas movilizaciones por la plataforma Venezuela Aurrera en Bilbo (a las 19:00 en el Arenal); en Donostia (a las 19:00 en el Boulevard); en Gasteiz (a las 19:30 en la Virgen Blanca); en Iruñea (a las 19:30 en la plaza del Ayuntamiento) y en Altsasu (a las 18:00 frente al Ayuntamiento). GARA

 

La irrupción de un advenedizo en una oposición desnortada

El accidental presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, de 35 años de edad, ha pasado en menos de tres semanas de ser casi un desconocido a representar el intento de conciliar las distintas sensibilidades para recuperar la unidad perdida por la desnortada oposición venezolana.

Se dio a conocer el 5 de enero cuando la Asamblea controlada por la MUD –cuyas principales formaciones rotan en la Presidencia cada año– le designó presidente ante la ausencia, por cárcel o exilio, de las principales figuras de su partido, Voluntad Popular (VP). Inició su carrera política como líder estudiantil junto a otros destacados opositores, hasta que en 2009 ayudó a Leopoldo López a fundar VP. Comenzó como militante de base, vinculado a su ala más radical, pero la ausencia de sus colegas le han facilitado un ascenso meteórico. Sus colaboradores le definen de centro, aunque VP es miembro de la Internacional Socialista.

Ingeniero industrial con maestrías en administración pública, captó la atención mediática con su discurso de toma de posesión, al advertir a Nicolás Maduro que sería considerado «usurpador» si asumía un segundo mandato y llamar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para que se posicionara «junto al pueblo». Nieto de militares, prometió una amnistía a los uniformados que apoyen a la Asamblea, que tras la toma de posesión Maduro se arrogó el Poder Ejecutivo, en su estrategia de derrocar al Gobierno.GARA