El equipo maño, con Porfi Fisac en su banquillo como gran conocedor del rival al que ayudó a crecer, ha empezado fuerte y a pesar del buen tono del mejor jugador local, Dani Pérez, ha comenzado dominando el marcador con McCalebb y Fran Vázquez en unos buenos minutos.
Tecnyconta sabía que con un despegue rápido en el marcador el colista está para pocos trotes y podría ser un partido tranquilo. Sin embargo los vascos, mientras las fuerzas aguantan, también saben jugar bien el baloncesto y se han llevado el primer cuarto por la mínima (19-18).
El equipo zaragozano ha mejorado en el segundo cuarto, pero no ha logrado despegarse hasta que en el tramo final ha pasado del empate a 28-28, en el último tiempo muerto, a una diferencia de cinco gracias a Berhanemeskel y Radovic, que le ha dejado en ventaja para la segunda mitad.
Radovic estaba enchufado y, como los visitantes han empezado a funcionar en defensa, han roto por primera vez el partido con el 30-41 ante el apagón de los guipuzcoanos, que han vuelto a desenchufarse en medio de un partido tras volver de vestuarios.
No se puede dar por muerto antes de tiempo a ningún equipo y los de Sergio Valdeolmillos han vuelto a confiar y se han metido de lleno el encuentro. Tras un tiempo muerto del enfadado Fisac, se han puesto en ventaja con un triple de Maiza (46-45).
Los locales lo tenían todo a favor para cerrar un ilusionante tercer cuarto, aunque sus errores en el último minuto han dado vida a un equipo maño que se marchó nuevamente en ventaja a los últimos diez minutos.
El último cuarto ha sido un encuentro de ida y vuelta, igualado y con rentas repartidas para uno y otro, abocado a un final de sufrimiento que ha alcanzado su culmen con el 63-63 a medio minuto para la bocina.
Se han sucedido los errores y Vobrov ha encontrado la cesta para dejar a su equipo dos arriba. Una última posesión para Tecnyconta ha permitido a Vázquez empatar a seis segundos y forzar otro mal tiro de Nevells con el que se ha ido el choque a la prórroga.
Los vascos habían perdido dos esta temporada en su feudo y han aparecido nuevamente todos sus fantasmas en los cinco minutos añadidos que han sido su tumba, primero cuando Seibutis ha cortado su último intento de llevar la delantera y finalmente cuando Okoye ha rematado su gran faena poniendo el colofón al triunfo visitante.