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WASHINGTON/CARACAS

EEUU completa el golpe requisando las cuentas venezolanas para Guaidó

EEUU dio un paso más en el golpe contra el Gobierno de Nicolás Maduro al requisar las cuentas del Estado venezolano para dejarlas en manos del autoproclamado «presidente encargado» Juan Guaidó, quien «ordenó» el «traspaso» de las cuentas del país en el exterior para evitar el «saqueo», al tiempo que señaló que inició un proceso para designar las directivas de las petroleras Citgo y Pdvsa. Washington anunció sanciones contra Pdvsa.

El senador republicano estadounidense Marco Rubio, muy influyente en la política de la Casa Blanca hacia Venezuela, aseguró ayer que el Gobierno estadounidense ha traspasado el control de varias cuentas del Estado venezolano bajo jurisdicción de EEUU al que reconoce como presidente legítimo del país, Juan Guaidó.

«Washington ha dado el control de cuentas bancarias en EEUU del Gobierno venezolano y el Banco Central Venezolano al gobierno legítimo del presidente interino @jguaido», escribió Rubio en su cuenta de Twitter, enlazando su mensaje a un artículo en “The Wall Street Journal” que afirmaba que «el viernes, EEUU dio a Guaidó el control de cuentas del Gobierno venezolano en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y otros bancos asegurados por EEUU».

La Administración Trump, no confirmó la afirmación de Rubio, pero la Casa Blanca ya había adelantado esa posibilidad.

Con el reconocimiento de Guaidó, cambian las autoridades que «toman legítimamente las decisiones respecto a las transacciones económicas entre Venezuela y EEUU, lo cual tendrá muchas consecuencias», explicó un funcionario de la Casa Blanca desde el anonimato, el miércoles.

No está claro si la medida afectaría a todas las cuentas del Estado venezolano en EEUU, que en algunos casos han quedado sujetas a sanciones económicas de Washington.

Tres días antes, y después de que EEUU solicitara a Reino Unido rechazar esa operación, el Banco de Inglaterra no permitió que el Gobierno venezolano retirara el viernes 1.200 millones de dólares en oro, parte de los 8.000 millones de dólares en reservas extranjeras en manos del Banco Central de Venezuela.

Guaidó solicitó, en una carta remitida el pasado día 26 a la primera ministra británica, Theresa May, y al gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, detener la repatriación de las 31 toneladas de oro que el Gobierno venezolano tiene en el Banco de Inglaterra y que el país caribeño intenta retirar desde el pasado octubre por el temor a sanciones internacionales y posibles embargos económicos, cuando atraviesa una crisis de liquidez tras la caída de su producción de crudo.

Sanciones a Pdvsa

Guaidó había pedido a varios bancos del mundo la «protección» de los activos que el país tenga depositados en ellos para evitar que el Gobierno de Maduro, al que desconoce, haga uso de ellos, y ayer anunció que «ordenó» el «traspaso» de las cuentas del país en el exterior «al control del Estado venezolano y de sus autoridades legítimas» para evitar el «saqueo», al tiempo que señaló que inició un proceso para designar las directivas de la estatal petrolera Pdvsa y de su filial Citgo, que opera en Estados Unidos.

Señaló que toma esta decisión para reactivar la industria petrolera venezolana, que pasa por un «oscuro momento» y para «garantizar que Citgo siga siendo de los venezolanos». Guaidó no avanzó nombramientos ni estableció plazos.

Su anuncio coincidió con el de EEUU de imponer sanciones a Pdvsa, que pasan le impiden comerciar con entidades estadounidenses y congelan sus bienes en el extranjero, para «evitar futuros desvíos de activos de Venezuela» por parte del Gobierno de Caracas y «mantener esos activos para el pueblo venezolano». Su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que la vía para la suspensión de estas sanciones pasa por la «rápida transferencia del control al presidente interino» o un «Gobierno posterior» elegido en «comicios democráticos».

Las refinerías de Citgo continuarán operando, pero las transacciones financieras deben ingresarse en una cuenta bloqueada.

El Gobierno de Donald Trump anunció domingo que ha aceptado a uno de los aliados políticos de Guaidó, como su representante en EEUU, donde Caracas dijo que ya no hay personal diplomático de Venezuela.

El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, aceptó el nombramiento de Carlos Alfredo Vecchio, realizado el viernes por Guaidó, como encargado de gestionar las relaciones entre su equipo y Washington.

 

Nuevas protestas

Juan Guaidó realizó, además, un llamamiento a nuevas protestas mañana miércoles (entre las 16.00 y las 18.00, hora de Euskal Herria) y el sábado, fecha que coincide con el límite del ultimátum realizado por varios países miembro de la Unión Europea para que Maduro convoque nuevas elecciones, para exigir comicios y pedir a los militares que «se pongan del lado» de la oposición.

Ante esta nueva convocatoria, el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela (ANC), Diosdado Cabello, llamó al chavismo a «resistir». «Cualquier ciudadano que se llame venezolano (...) y esté llamando a la intervención militar en nuestra patria, en caso de ocurrir algún evento de esa naturaleza debe ser tratado como un enemigo y aplicarle todas las acciones y formas que se le aplican a los enemigos», dijo.

El canciller, Jorge Arreaza, insistió, por su parte, en establecer diálogos para buscar salidas a la crisis política que vive el país, incluidas conversaciones con EEUU, país con el que Caracas rompió relaciones la semana pasada.

Mientras, la Unión Europea (UE) volvía a reclamar a Nicolás Maduro la convocatoria de elecciones «libres, justas y creíbles» y amenazaba con tomar «nuevas medidas» para reconocer a Guaidó como presidente legítimo.

El papa Francisco también se refirió ayer a la crisis en Venezuela para afirmar que le «asusta un posible derramamiento de sangre», solicitar una salida «justa y pacífica» y ofrecer su ayuda si ambas partes lo quieren. Al ser preguntado sobre un posible respaldo a Guaidó, señaló que « yo apoyo a todo el pueblo venezolano, que esta sufriendo. Si yo entrara a decir hagan caso a estos países, o a estos otros me metería en un rol que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño».