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Guaidó y EEUU utilizan la ayuda humanitaria como «arma de guerra»

Juan Guaidó y EEUU están utilizando la ayuda humanitaria como «arma de guerra» en Venezuela para desafiar a Nicolás Maduro, cuyo Gobierno es el que debe autorizar su entrada al país.

El líder de la oposición venezolana y autoproclamado «presidente encargado», Juan Guaido, reconocido como mandatario interino por unos 40 países, desafía al legítimo jefe de Estado, Nicolás Maduro, al organizar la llegada de ayuda humanitaria internacional a las fronteras de Venezuela, desde Colombia y Brasil, que el Gobierno ve como el inicio de una intervención militar.

La operación diseñada por la Administración Trump, que contempla la llegada en las próximas semanas de un convoy de camiones con alimentos y medicinas a la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta y otro a la localidad brasileña de Paracaima busca, según la Casa Blanca y el propio Guaidó, provocar una rebelión en las fuerzas armadas venezolanas, ya que deberán decidir si van a permitir su entrada a Venezuela. Pero la casi totalidad de los 2.000 generales han expresado una lealtad férrea a Maduro, quien ha rechazado la ayuda.

«A Venezuela no se le puede hacer una promesa falsa de una supuesta ayuda humanitaria (…) no somos mendigos de nadie», señaló el presidente, quien rechazó el «show malo y barato» de la oposición. Afirmó que a su país «no va a entrar ningún soldado invasor, ni que no tuviera quién lo defienda».

«Quieren enviar dos camiones pequeños con cuatro calderas, Venezuela no tiene que pedir limosna, y si quieren ayudar, terminan el bloqueo y las sanciones», agregó, asegurando que no permitirá «humillar» a Venezuela con una «muestra de ayuda humanitaria».

La crisis de desabastecimiento de alimentos y medicinas es la baza con la que está jugando Guaidó, que el sábado advirtió de que hasta 300.000 personas corren el riesgo de morir inmediatamente, algo que ni siquiera la Cruz Roja en Venezuela comparte.

La semana pasada Naciones Unidas mostró su disposición a enviar ayuda humanitaria a Venezuela, en respuesta a una petición de Guaidó, pero subrayó que es necesario que el Gobierno de Caracas lo pida, algo que no parece que por el momento vaya a ocurrir. Como tampoco va a permitir la entrada de la ayuda proporcionada por la agencia estadounidense Usaid desde Cúcuta y Paracaima, que sería distribuida por Cruz Roja y Cáritas, pero siempre con autorización de Caracas.

Ayer la Asamblea Nacional, en manos de la oposición, y los equipos de Guaidó ultimaban detalles del proceso de recolección de alimentos y medicamentos enviados por EEUU y Canadá a Colombia.

Mientras se ha bloqueado el acceso a casi 10.000 millones de dólares en activos del Estado venezolano en el extranjero, Ottawa prometió 53 millones de dólares canadienses (35 millones de euros) para el pueblo venezolano y la UE cinco, que se sumarían a los 20 millones de dólares en ayuda anunciados por Washington, que no descarta una intervención militar, y a los casi 700.000 euros prometidos, por ejemplo, por Madrid.

Guaidó sigue exigiendo la «protección» de cuentas bancarias y activos venezolanos en el exterior, al igual que EEUU, que a partir del 28 de abril pondrá fin a la compra de petróleo venezolano y prohibirá otros países e instituciones utilizar el sistema financiero estadouniden- se para comprar ese crudo.

El líder opositor acusó al alto mando militar venezolano de querer «robar» la ayuda destinada al país para su distribución en nombre del Gobierno.

Sus representantes en EEUU anunciaron una conferencia internacional sobre ayuda humanitaria para Venezuela el 14 de febrero en la sede de la OEA en Washington.