El club rojillo comienza así su proceso de consulta en la que los socios tendrán que responder a dos preguntas: ‘¿Qué tipo de reforma desea usted que se lleve a cabo en El Sadar?’ y ‘En el caso de resultar vencedora la reforma integral del estadio, ¿qué proyecto elegiría?’ de entre los cinco finalistas.

Según datos facilitados por el club, un total de 9.045 socios podrán ejercer su derecho a voto de forma online mientras que 2.073 solo podrán hacerlo de manera presencial al no haber facilitado su correo electrónico.

Para esta segunda opción, el sábado 23 de febrero, coincidiendo con el encuentro Osasuna-Zaragoza, Osasuna instalará varias urnas en el recinto Navarra Arena, junto a El Sadar, que permanecerá abierto desde las 10.00 hasta las 21.00 horas en horario ininterrumpido.

El recuento de votos comenzará el mismo sábado 23 de febrero, una vez que se cierren las urnas en el Navarra Arena, momento en el que se unirán los resultados de la votación online y la presencial.

El siguiente paso será la celebración de una Asamblea Extraordinaria, que tendrá lugar el sábado 2 de marzo en Baluarte, en la que la junta directiva solicitará la autorización para financiar la reforma que haya resultado elegida.

Fue en julio del pasado año cuando Osasuna anunció que un proceso «participativo y abierto» decidiría la reforma del estadio, marcada por las exigencias de LaLiga en lo que respecta a la iluminación en las retransmisiones televisivas y a la necesidad de adaptar el campo a la normativa vigente para así obtener la licencia de actividad.

Con este escenario, los socios de Osasuna deberán elegir entre una reforma básica o una integral para la que se dispone de cinco proyectos: Nuevo Sadar, Fortaleza Rojilla, Rojo-Azul, Muro Rojo y Sadar Berria.

En la reforma básica, se solucionan únicamente los problemas de seguridad del estadio, así como la reforma de iluminación y cubiertas y nuevos baños en la planta superior, y conlleva una reducción del aforo en 1.748 localidades, lo que supondría una pérdida de ingresos cercana a los 447.000 euros.

La reforma integral, por su parte, incluye las mejoras que presenta la básica, también en baños, fachada o asientos, además de permitir una ampliación del aforo de El Sadar, que superaría así los 22.000 asientos.

En términos económicos, se estima que la reforma básica supondría un coste de 7 millones de euros (sin IVA), a lo que se debe añadir 1,2 millones de euros a Hacienda, mientras que la reforma integral costaría 16 millones de euros (sin IVA).

En el caso de que los socios opten por la reforma integral, Osasuna ha mantenido una ronda de contactos con todos los partidos del Parlamento de Navarra para solicitarles su apoyo a la concesión de un aval que garantice que los bancos concederán el crédito necesario.

Y es que Osasuna pediría un préstamo de 23 millones para unificar la deuda actual (unos 7 millones) y los 16 millones necesarios para la reforma integral, resultando un pago anual cercano a 1,5 millones de euros.