NAIZ
San Adrián

Las conservas también se conservan, pero en un museo

La economía define las sociedades. Y grandes zonas de Erribera no se entienden sin la industria conservera. Afincó población, preservó cultivos y trajo variedades nuevas de vegetales y hortalizas. Y, sobre todo, creó puestos de trabajo para la mano de obra femenina. Los sigue creando. Visto de esta manera, conservar las conservas dentro de un museo no tiene nada de tautológico.

Primera visita al museo de la conserva, a la que han acudido Barkos y Cigudosa.
Primera visita al museo de la conserva, a la que han acudido Barkos y Cigudosa.

El museo nace como iniciativa privada de conservas El Navarrico, en San Adrián. Se trata de un pueblo de mediano tamaño de Lizarraldea, ubicado a orillas del Ebro, río que se convierte allí en muga entre Nafarroa y La Rioja. Lo han llamado La Fábrica Vieja y, es que, básicamente se trata de eso, una vieja nave donde se elaboraban las conservas. Eso sí, reconvertida en un museo moderno.

En la inauguración del museo han estado presentes la lehendakari Uxue Barkos, el alcalde de la localidad, Emilio Cigudosa, y un representante de El Navarrico, José Pedro Salcedo. Este último ha insistido en que el museo está abierto a colegios, para que los niños aprendan de dónde vienen. Asimismo, ha señalado que la industria conservera sigue transformando la realidad de Erribera y enriqueciéndola con nuevos pobladores venidos de otras partes del mundo.

La intención de los promotores, según han explicado en esta primera visita guiada, es que «la historia termine de cobrar forma a través de una muestra detallada de herramientas, envases, etiquetas, maquinaria y utensilios usados a lo largo de todo este tiempo».

Asimismo han subrayado que «la industria conservera de San Adrián cuenta con miles de protagonistas a los que La Fábrica Vieja pondrá cara y voz a través de un Museo por todos y para todos y propio del siglo XXI».

La lehendakari Barkos ha hecho referencia a que la nueva dotación «nos permitirá recordar quiénes somos y de dónde venimos», al tiempo que ha añadido que servirá para reflejar el campo y la industria conservera, «dos de los grandes exponentes con los que cuenta Navarra».

El museo nace con un horario de mañana y tarde entre semana y solo cerrará los domingos. Para grupos abrirá con cita previa. Además de la exposición de latas y utensilios, la visita se completa con un audiovisual. La reconversión de la vieja fábrica ha supuesto un desembolso de 300.000 euros.

Conservas El Navarrico está a punto de cumplir 60 años. Compuesta por una plantilla formada por más de medio centenar de trabajadores, logró una facturación el pasado ejercicio de 5,5 millones de euros gracias a la comercialización de sus marcas El Navarrico, Ostargi y La Glera, especializadas en conservas de verduras y hortalizas, frutas, legumbres y alimentos precocinados a los que hay que sumar su producción ecológica concentrada en las referencias Monjardín y Auzolan.