El Athletic desperdició el viernes por la noche una excelente ocasión de seguir de cerca la estela de los equipos que ocupan plaza de Europa League y, de paso, de alejarse de un rival directo como el Espanyol que, como el equipo rojiblanco vive en esa Tierra Media en la que se mira hacia arriba mientras el rabillo del ojo vigila a los de abajo, lugar al que se cae con tan solo dos tropiezos.
Afortunadamente para el equipo vizcaíno la Liga ofrece la oportunidad de arreglar lo estropeado y el próximo sábado volverá a jugar en casa recibiendo a un Atlético que el martes tiene una dura eliminatoria de Champions. Una buena ocasión de enderezar el barco, aunque mejor la tuvo con el Valencia y la echó por la borda.
En cuanto al viernes, el Athletic dominó al Espanyol o el equipo de Cornellá se dejó dominar tras verse con el marcador de cara. Se volvieron a ver las vergüenzas del Athletic en el centro de campo y en la delantera. En el medio, incapaz de generar juego y arriba, incapaz de rematar a puerta. Solo la insisten- cia de Raúl García, el delantero centro real ante la baja de Aduriz, puso el empate en otro partido en el que para contar las ocasiones de los rojiblancos sobran los dedos de una mano.
Garitano, insatisfecho
Tras el partido, Garitano, reconoció que no acabó «contento» porque quería ganar, pero sí valoró «sumar» en un partido que comenzaron perdiendo y nivelaron al final. «Si alguien ha ido a por el partido, ha arriesgado y ha atacado hemos sido nosotros. El equipo ha acabado vacío del esfuerzo y no tengo queja de su comportamiento», subrayó con talante muy serio.
Aclaró que el cambio de Williams en el descanso por Kodro fue una decisión táctica y no por problemas físicos. «Iñaki no tenía ningún espacio y con el Espanyol metido en su área buscábamos otros rematadores y por eso jugamos con Kenan y Raúl arriba», señaló, y admitió que les faltó calidad a los pases que buscaban los remates de los dos puntas. «Hemos puesto muchos centros, pero no han sido del todo buenos», reconoció.