Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) continúan hoy rastrillando la franja territorial de Al-Baghuz, donde los últimos combatientes del Estado Islámico (ISIS) libraron en vano hasta la madrugada del sábado una batalla de honor.
Miles de yihadistas y sus familias que se refugiaron en Al-Baghuz y sus alrededores a medida que el ISIS iba sumando revés tras revés en los últimos años, también se han rendido a las FDS.
Según las últimas cifras proporcionadas por la FDS, más de 66.000 personas abandonaron esta área del este de Siria desde principios de enero, incluyendo 5.000 yihadistas y 24.000 miembros de sus familias.
Los combatientes han sido detenidos y encarcelados por los kurdos, que establecieron una Administración semiautónoma en Rojava, norte de Siria, mientras que los no combatientes, especialmente las mujeres y niños, se encuentran retenidos en su mayoría en el campo de desplazados de Al-Hol.
De 54 países
Muchos de ellos no ocultan su simpatía por la ideología extremista del ISIS, a pesar de las campañas de ejecuciones y atentados mortales reivindicados por la organización.
«Tenemos miles de combatientes, niños y mujeres de 54 países, sin contar los sirios e iraquíes», ha señalado el responsable de Relaciones Exteriores de la Administración kurda, Abdel Karim Omar. «Es necesario que haya una coordinación entre nosotros y la comunidad internacional para enfrentar este peligro», ha advertido.
Los kurdos sirios han alertado sobre una eventual fuga de yihadistas encarcelados y el abandono a su suerte de los niños que han estado expuestos a la propaganda del ISIS.
En los campos de desplazados habría más de 3.500 hijos de yihadistas, originarios de más de 30 países, según la ONG Save The Children.