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BRASILIA

Protestas contra el golpe que Bolsonaro celebra

El Gobierno brasileño ha logrado anular la prohibición judicial para celebrar el golpe de Estado que impuso una dictadura militar durante 21 años en el país. El presidente, Jair Bolsonaro, había animado a conmemorar el golpe «como es debido» y desde e jueves los militares han venido haciéndolo en los cuarteles. La Fiscalía lo consideró «apología de atrocidades» y la indignación llevó a varias organizaciones a convocar ayer protestas en Brasil.

Varias manifestaciones bajo el lema «Dictadura nunca más» rechazaron ayer en Brasil el 55º aniversario del golpe militar de 1964, una fecha que el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro pidió conmemorar en los cuarteles. En las marchas en Brasilia Rio de Janeiro y Sao Paulo los manifestantes portaban pancartas con las imágenes de los opositores muertos o desaparecidos durante el régimen militar que duró hasta 1984.

Una jueza prohibió el viernes las reivindicaciones del golpe, alegando que cualquier celebración de esa sublevación «no es compatible con el proceso de reconstrucción democrática». Sin embargo, la Abogacía General, que representa al Estado ante la Justicia, informó ayer que otro juzgado anuló esa decisión, que había sido tomada en forma cautelar.

Desde que el lunes el portavoz presidencial, Otávio Régo Barros, afirmara que el presidente pidió que el aniversario del golpe sea conmemorado con «las celebraciones debidas» en los cuarteles, los llamamientos a manifestarse de organizaciones de derechos humanos y colectivos sociales se multiplicaron.

La Fiscalía General condenó la iniciativa y la consideró «una apología de la práctica de atrocidades», afirmando que estas ceremonias son «incompatibles con el Estado de derecho democrático»,y el influyente Colegio de Abogados de Brasil ha presentado una demanda contra el Gobierno ante organismos de Naciones Unidas.

Ante la controversia, Bolsonaro matizó sus declaraciones y dijo que los actos en los cuarteles no serían para «conmemorar, sino para rememorar» este episodio de la historia brasileña.

«Las Fuerzas Armadas participan de la historia de nuestra gente, siempre alineadas con sus legítimas aspiraciones. El 31 de marzo de 1964 fue un episodio simbólico de esa identificación», afirma el texto leído el viernes en los cuarteles. Un regimiento de Sao Paulo ya celebró también el jueves el aniversario, afirmando que en 1964 las Fuerzas Armadas respondieron al «clamor» popular para frenar una «escalada hacia el totalitarismo».

En Brasil, muchos aún consideran que la dictadura fue un período de prosperidad en el que prevaleció «el orden» y Jair Bolsonaro, un excapitán del ejército cuyo gobierno de 22 ministros incluye a ocho militares, nunca ha ocultado su admiración por ese periodo.

En 2016, durante la votación para la destitución de la presidenta izquierdista Dilma Rousseff en la Cámara de Diputados, el ahora presidente ultraderechista dedicó su voto a un coronel que era jefe de inteligencia de la dictadura y un notorio torturador.

 

Brasil abre el embrión de su embajada en Jerusalén

El Gobierno brasileño ha abierto una oficina diplomática en Jerusalén que será «parte de su Embajada» en Israel. Esta decisión, adoptada ayer durante la visita del presidente, Jair Bolsonaro, es otro paso en la estrecha alianza del Ejecutivo ultraderechista con Israel, reforzada ahora con acuerdos de cooperación sobre todo en el sector militar y el agronegocio. «¡Obrigado por abrir una oficina diplomática en Jerusalén!», dijo el ministro israelí de Exteriores en funciones, Israel Katz. Bolsonaro fue recibido por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en el aeropuerto Ben Gurion, deferencia que tiene con pocos mandatarios. El presidente brasileño reiteró su intención de reforzar la cooperación en áreas de seguridad y defensa. Brasil se ha limitado a abrir una «oficina», en un equilibrio entre la presión de la bancada evangélica para que traslade la sede diplomática y el riesgo de perder mercados en los países árabes –es el principal exportador de carne halal– y enojar además a sus poderosos aliados del mundo del agronegocio.GARA