Al ser preguntado en conferencia de prensa si Nafarroa cumplirá los criterios de estabilidad fijados por el Gobierno español, el consejero ha asegurado que, «según nuestra información, sí» se cumplirán los requisitos.

Nafarroa, ha recordado, tuvo en 2018 un superávit de 112 millones de euros y una parte de los mismos, ha confiado, se podrán destinar a las IFS.

El consejero ha explicado que la regla de gasto tiene «un cómputo un tanto críptico», ya que hay «determinadas ‘adherencias’ que nos imputa la Intervención General del Estado» a las comunidades autónomas.

Una parte de esa imputación a las comunidades autónomas, ha aseverado, será la correspondiente a los pasivos de Bankia, aunque hasta octubre no se conocerá probablemente el dato.

Aranburu ha comentado que las IFS de Nafarroa podrían aprobarse mediante un decreto foral legislativo aprobado por la Comisión Permanente del Parlamento de Nafarroa, aunque primero «habría que hacer los números» y después seleccionar las inversiones a realizar.

Por su parte, la portavoz del Gobierno, María Solana, ha afirmado que le «alegra» que la dirigente socialista María Chivite «piense que no habrá problemas» con las IFS porque «hubo problemas en otros momentos».

Tras apuntar que ha habido «falta de rigor» y se han ido dando datos «no correctos del todo», ha sostenido que es un tema «bien importante» para el Gobierno, para la gestión de la administración pública, porque «proyectos importantes están pendientes de resolución».

Solana, quien ha reiterado que la autorización que se realizó en su momento fue «raquítica», ha señalado que, por su parte, son «optimistas, las cosas se han hecho bien» y los «números acompañan», ha sostenido, para agregar que acabar el año con superávit «no es una tarea fácil» y que eso tenga una «compensación» le parece «razonable».