Sufrir va en el código genético de este Athletic de Gaizka Garitano. El abrazo final de Muniain con Iago lo dice todo. La tensión liberada tras meses mirando atrás y ahora semanas fijando la mirada adelante. Victoria esta tarde sobre la bocina con la que el Athletic da un paso de gigante para pelear de lleno por Europa.

La primera sorpresa del once de Gaizka Garitano no ha estado en el once titular, con la única novedad respecto a Girona de la de Yeray por Núñez, sino en el propio banquillo, donde el capitán Markel Susaeta ha sido el descarte del técnico de Derio, lo que sin duda acrecentará las dudas sobre su continuidad. Que Muniain se haya quedado en la suplencia por segundo partido consecutivo tampoco ha pasado desapercibido. Ha quedado claro que Garitano tiene en mente un equipo-tipo que le responde y que los experimentos, mejor  con gaseosa.

Un once inicial que ha salido al césped avisando de sus intenciones desde el minuto uno, es decir, percutiendo por banda izquierda, con un Yuri espectacularmente ofensivo y liviano y un Córdoba excelso esta tarde. Y a los 5 minutos, el chaval ha trazado un caño a un defensa rival para que el lateral no se lo pensara y enviara un misil tierra-aire, de abajo-arriba a la red de un importante Aitor Fernández. Golazo con mayúsculas que ha levantado al propio Garitano de su asiento como un resorte. Quinto gol de un defensor rojiblanco esta campaña.

A partir de ahí, coincidiendo con el adiós de los esporádicos rayos de sol que se colaban en San Mamés, el Levante ha tomado la iniciativa, el Athletic se ha dejado, y ha aprovechado para jugar a esas contras y rápidas trasiciones en las que se empieza a sentir tan agusto. De Marcos ha tenido el segundo en el 19, Raúl de cabeza en el 23, hasta que, de nuevo, Córdoba ha llegado por la izquierda, en un cambio de orientación de Capa, y su pase atrás ha sido rematado por Williams para que entre Aitor y un defensa introdujeran el disparo en gol.

El Athletic, tirando de esa pegada que le caracteriza los ultimos tiempos, ha puesto en franquicia un duelo complicado que no lo ha sido más en la primera parte porque el VAR ha invalidado un gol levantio por carga de Coke a un confiado Iago, a la salida de un córner. La tónica del duelo ha seguido igual hasta el descanso, con un conjunto rojiblanco bien plantado, confiado, solidario en las ayudas y más cerca del tercero que el Levante del primero, con Williams firmando otros dos remates.

El segundo acto no ha podido, sin embargo, empezar peor para los leones, con un discutido, salvo para el VAR, penalti a favor del Levante. Pena máxima que ha transformado Roger ante el siencio de los 36.450 espectadores que se han dado cita en San Mamés en esta desangelada tarde. Los mismos espectadores que han lamentado al unísono, diez minutos después, el disparo a la base del poste de un Muniain que acababa de salir al campo. O el voleón, poco después, de De Marcos que ha sacado Aitor.

Aun así, el partido se ha puesto peligroso para el Athletic, con un rival granota generando mucha sensación de peligro en cada llegada, un imerial Yeray multiplicándose en defensa, Iago sacando algún disparo a bocajarro, el cronómetro corriendo más lento de los deseable, un partido demasiado abierto para los bilbainos... Capa se iba lesionado, Iturraspe volvía a disponer de minutos –ovación incluida de la grada–, estaba siendo lo más destacable que ha pasado en esos angustiosos minutos finales en los que el encuentro se ha ido muriendo y el conjunto bilbaino respirando. Hasta que llegó el frenesí.

Minuto 89, ha empata el Levante a la salida de un córner para desesperación de Athletic y San Mamés, y en el descuento, penalti milagroso que Muniain ha ejecutado como si no hubiera un mañana. Apoteósis rojiblanco y el Athletic que oposita de lleno a Europa. Qué final, digno de este sufrido y corajudo Athletic.