Los trabajos de la comisión de expertos sobre el nuevo estatus siguen a puerta cerrada, pero a dos meses de la fecha prevista de conclusión EH Bildu salió ayer a la palestra para señalar la falta de avances. Su portavoz parlamentaria, Maddalen Iriare, habló de «preocupación» y lo ejemplificó en que desde la encomienda recibida en octubre «no se ha completado un solo capítulo» del texto.

Iriarte recordó que el Parlamento les hizo un «mandato claro para que sea cumplido», tanto en lo relativo al tiempo (ocho meses) como al contenido. Se especificó que la propuesta tendrá que ser redactada «en congruencia» y de «conformidad con las bases y principios» pactados por PNV y EH Bildu, aunque buscando a la vez «puntos de conexión» con los votos particulares del resto de los grupos por «si fuera posible» ampliar el consenso inicial.

Tras afirmar que si hay voluntad política el mandato se puede llevar a cabo, Iriarte incidió en que el acuerdo al que llegó su grupo con el PNV fue «histórico» y constituye una oportunidad para «establecer otra relación con el Estado español, de igual a igual». EH Bildu lo ve más relevante aún en un contexto en que «hay necesidad de hacer frente a la involución del Estado español».

A preguntas de los periodistas, Maddalen Iriarte aludió a las críticas que desde el PNV se están vertiendo sobre EH Bildu y en concreto a las palabras de su presidente, Andoni Ortuzar, en las que decía que la coalición «no es de fiar ni en materia de autogobierno». A juicio de la portavoz del grupo independentista de izquierdas, el PNV «se ha confundido de enemigo» ya que el acuerdo al que llegaron en julio del año pasado en la ponencia de autogobierno es «muy importante, crucial para el bienestar de los ciudadanos».

Añadió que este asunto debería ser sacado de la «refriega electoral»&flexSpace;(que ocupará abril por las estatales y mayo por las forales, municipales y europeas) e insistió en que en todo caso el PNV debería poner el foco sobre «otros partidos» que «pueden traer una involución».

Los comparecientes precisaron que su mensaje no es un «toque de atención», pero sí una llamada a acelerar trabajos en esa comisión de expertos que debe dar contenido al acuerdo.