Lo ha hecho sin reparar en que la Fiscalía pidió en 2015 el procesamiento de una edil de su partido por la gestión de la plaza de toros en la que se encontraba, igual que tampoco ha recordado que en la pasada legislatura el cabeza de lista al Congreso por Araba defendió la necesidad de hablar con todas las fuerzas políticas, incluida EH Bildu.
Ahora la izquierda soberanista se ha convertido en el enemigo a batir para Casado. «El 28 de abril tenemos que ir a votar para evitar que los proetarras piensen que su historia criminal ha valido para algo. Para que sus votos nunca sean imprescindibles y que nunca un Gobierno de España tenga que levantar el teléfono para plegarse a los votos de los proetarras», ha señalado antes de remarcar que él «nunca» llamará a Bildu.
Ha inistido que está con las víctimas de ETA, y ha rechazado la «infame» Ley sobre víctimas de la violencia estatal, aprobada por el Parlamento autonómico. En Gasteiz, la ciudad de Unai Romano, víctima de torturas, en la que la Policía Armada mató a cinco obreros el 3 de marzo de 1976, Casado ha manifestado que «no se han cometido abusos policiales», y ha anunciado que su partido recurrirá la norma ante el Tribunal Constitucional.
También ha avanzado que el PP presentará una “Ley antiokupación” que, según ha explicado, «permitirá echar a los okupas en 24 horas», aunque luego ha indicado que gracias a esa ley se podrá desalojar «al okupa en doce horas y si no a juicio». Por último, ha defendido una «enseñanza en castellano» y se ha refirido a las ayudas sociales, dos materias sobre las que han hablado largo y tendido Alonso y Maroto.
Provincialismo y ayudas
El primero ha esgrimido un discurso provincialista y ha cargado contra la candidata del PSE, Isabel Celaá, y del PNV, Mikel Legarda, por no ser alaveses. «No vamos a permitir que pasen por encima de la personalidad de Álava, de quienes nos sentimos vascos y españoles», ha destacado el presidente del PP de la CAV, al que todavía le duele que la mayoría del pleno desalojara a Maroto de la Alcaldía de Gasteiz.
Este, por su parte, ha repitido por enésima vez su discurso sobre las prestaciones sociales. «Hay que poner orden ya en las ayudas sociales», ha remarcado el candidato derechista, que en 2014 acusó a los migrantes magrebíes de «venir a vivir de las ayudas sociales».