Una espectacular tarjeta ayer jueves de 69 golpes, 3 bajo el par de campo, situó a Jon Rahm en el coliderato del Masters de Augusta, el primer grande del año. Sin embargo, al finalizar la jornada, el de Barrika cayó al sexto puesto, a tres impactos de los estadounidenses Brooks Koepka y Bryson DeChambeau.

Eso no parece haber minado la moral del vizcaino, ya que en la segunda jornada, que se encuentra disputando en estos momentos de nuevo compartiendo juego con Tiger Woods, está ascendiendo posiciones cuando ha completado los primeros siete hoyos, con dos «birdies» en su haber.

De momento, el italiano Francesco Molinari y el australiano Jason Day son líderes provisionales al haber calcado sus resultados de los dos primeros días. Han acabado la segunda ronda con 67 impactos (70 hicieron ayer jueves) y un total de 137 (-7), dos menos que Rahm.

Emotiva despedida de Olazabal

Por su parte, Txema Olazabal se ha despedido este viernes del Masters al acumular un resultado de +13, que lo deja fuera de la competición el fin de semana. A pesar del mal resultado, el hondarribiarra, dos veces ganador de la chaqueta verde, no ha perdido el humor y ha acabado tomándose un respiro sentado junto a una espectadora que tenía su bola debajo de su silla en el hoyo 14. En el 15 ha hecho «birdie» y en el 18 «bogey», y se ha despedido de su trigésimo Masters con dudas de jugar al año siguiente, pero profesando su amor por Augusta.

«Los tiempos cambian y nos vamos haciendo mayores, pero aquí hay recuerdos maravillosos y momentos muy especiales. Eso no cambiará nunca», ha señalado emocionado Txema Olazabal.