Iñaki Vigor

La Alcaldía de Iruñea para Balduz confirmó la deriva ideológica del PSOE en 1979

El 19 de abril de 1979 los concejales de HB dieron la Alcaldía de Iruñea a Julián Balduz (PSOE) para evitar un alcalde de derechas. Víctor Manuel Arbeloa se había hecho con el control del partido, y cuatro días después la UCD de Del Burgo le aupó a la Presidencia del Parlamento Foral. Aquella deriva ideológica del PSOE en Nafarroa y sus pactos con la derecha se han prolongado durante cuatro décadas.

Portada de ‘Egin’ sobre la elección de Balduz como alcalde de Iruñea.
Portada de ‘Egin’ sobre la elección de Balduz como alcalde de Iruñea.

El 3 de abril de 1979 se celebraron las primeras elecciones municipales tras la muerte de Franco y Herri Batasuna consiguió siete concejales en Iruñea, siendo solo superado por UCD, que obtuvo ocho. PSOE y UPN lograron cinco escaños cada uno, y el PNV se quedó con dos. Con estos resultados, muchos dieron por hecho que el alcalde iba a ser Patxi Zabaleta, el candidato de HB, ya que confiaban en que iba a tener el apoyo del PSOE y del PNV.

Dos semanas más tarde, el 19 de abril, se celebró el pleno constituyente del Ayuntamiento de Iruñea y buena parte de la ciudad se llevó una gran desilusión tras comprobar la negativa del PSOE a dar sus votos a la izquierda vasca.

En efecto, el PSOE optó por votarse a sí mismo, lo que de hecho suponía dejar el gobierno municipal en manos de UCD y UPN. La suma de los votos de HB y PNV resultaba insuficiente para dar la Alcaldía a Patxi Zabaleta.

Antes de comenzar la sesión plenaria, los concejales de HB ya conocían la actitud del PSOE, así que optaron por votar al candidato de este partido, Julián Balduz, para evitar un alcalde de derechas.
La rabia de muchos militantes y simpatizantes abertzales por la actitud del PSOE se reflejó tanto en el acto de constitución del Ayuntamiento como, posteriormente, en la calle. El periódico ‘Egin’ dedicó gran parte de su portada del 20 de abril a reflejar lo sucedido en Iruñea, incluida una fotografía en la que aparecía el salón de sesiones completamente abarrotado de personas y un pie de foto que aludía al «soberano abucheo» que hubo cuando salió elegido el alcalde del PSOE.



Indignación ciudadana
El titular que abría la portada de este diario decía lo siguiente: «Pamplona: alcalde del PSOE como mal menor. El voto abertzale cerró el paso a UCD». Esa portada también recogía la «gran tensión» vivida tanto dentro como fuera del Ayuntamiento: «Los socialistas Arbeloa y Urralburu abandonaron la Casa Consistorial ante el abucheo de los asistentes, prolongado en la calle. Los dos socialistas se refugiaron en un hotel y llamaron a la Policía».

En una amplia crónica recogida en páginas interiores, ‘Egin’ concretaba más lo ocurrido. Tras señalar que en aquel pleno ˜se armó la marimoren»”, con gritos de «PSOE fatxa» y «PSOE kanpora», el periódico añadía lo siguiente: «Los gritos que habían menudeado antes, arrecieron en el momento de la proclamación del alcalde en la persona de Balduz y adquirieron tintes de gran virulencia cuando Víctor Manuel Arbeloa, Urralburu y varios militantes del PSOE abandonaron el salón de sesiones y salieron a la calle, donde varios centenares de personas, que no habían podido acceder al Ayuntamiento, abuchearon insistentemente a Víctor Manuel Arbeloa y Urralburu, que se vieron obligados a introducirse en el hotel Maisonnave de la calle Nueva, que inmediatamente cerró las puertas y desde donde llamaron al 091».

Las primeras declaraciones del nuevo alcalde de Iruñea, Julián Balduz, fueron muy elocuentes: «Estoy un poco sorprendido por esta reacción popular que la comprendo, porque realmente el pueblo debía haber tenido un alcalde de Herri Batasuna». Así lo recogía la revista ‘Punto y Hora de Euskal Herria’ en su edición del 26 de abril, una semana después de celebrarse el polémico pleno en la capital navarra.

Esta misma revista hacía un análisis de la «polvareda» levantada en torno al «pacto PSOE-UCD», y decía textualmente lo siguiente: «El PSOE ha negado una y otra vez que hubiera habido negociaciones con la UCD, pero sin embargo, se sabe que la víspera de la constitución del Ayuntamiento, Víctor Manuel Arbeloa habló varias veces con Del Burgo».



Del Burgo celebra la elección de Arbeloa
La existencia de un pacto en Nafarroa entre el PSOE de Arbeloa y la UCD de Del Burgo quedó en evidencia con motivo de la elección del presidente del Parlamento Foral, el 23 de abril de 1979. A pesar de que UCD era el partido mayoritario y en una segunda vuelta podía optar a la presidencia con el apoyo de UPN (ambos sumaban 33 escaños de un total de 70), Del Burgo optó por dar los 20 votos de su partido al PSOE (15 escaños) para dejar el máximo cargo de la Cámara en manos de Víctor Manuel Arbeloa.

El dato que aportaba ‘Punto y Hora’ lo dice todo: «En el momento de ser elegido Arbeloa, Del Burgo levantó las manos enlazadas en señal de victoria».

¿Qué contrapartidas consiguió la derecha española con su apoyo al PSOE? El propio Del Burgo las puso en evidencia con sus declaraciones a la prensa: «Hemos tenido en cuenta el posicionamiento del PSOE en el tema Navarra Euskadi y nos ha parecido lo más adecuado este nombramiento».

Por su parte, Rafael Aizpún (UPN) declaró que no conocía a Víctor Manuel Arbeloa, pero que tenía confianza en que demostrase su «navarrismo».

Básicamente, el ‘navarrismo’ de Del Burgo y Aizpún consistía en un claro ‘antivasquismo’, es decir, en negar la esencia vasca de Nafarroa y enaltecer el españolismo. «Navarra es Navarra, y por lo tanto España», era el argumento que utilizaba la derecha de forma machacona.
 
Arbeloa se adhirió a este ‘navarrismo’ de la derecha y marcó el devenir del PSOE en las décadas siguientes. Junto con Gabriel Urralburu, logró que la Agrupación Socialista de Navarra abandonase su integración en el Partido Socialista de Euskadi (PSE). En 1982, tras la elección de Felipe González como presidente del Gobierno español, se creó el Partido Socialista de Navarra (PSN) y se eliminaron los lazos organizativos con el PSE pese a la postura contraria de destacados socialistas vascos.

 

El cambio de actitud del PSOE respecto a la unidad de Hego Euskal Herria se consolidó en aquella confluencia ideológica entre Del Burgo y Arbeloa. Hasta entonces, el PSOE propugnaba la «integración» de Nafarroa mediante referéndum, y de hecho hubo presencia de parlamentarios socialistas navarros junto al Árbol de Gernika, pero a partir de entonces este partido aceptó la división de Hego Euskal Herria y se postuló como principal aliado de la derecha en Nafarroa.

El PSN de Arbeloa rechazó, incluso, la posibilidad de que los navarros pudieran votar en referéndum si aceptaban o no el Amejoramiento Foral, que era el equivalente a los estatutos de autonomía. La ley que lo regulaba entró en vigor en agosto de 1982, y a día de hoy sigue sin haber sido refrendada por los navarros.

’Punto y Hora’ ya recogía en su edición del 26 de abril de 1979, citando a diversos observadores, la transformación de los ‘socialistas’ navarros: «El cambio en la línea del PSOE coincide con la entrada en el partido de Arbeloa. En ciertos sectores de la izquierda, sobre todo abertzale, se le califica como un Del Burgo de Segunda División».

Gobierno conjunto de UPN y PSN
Desde entonces, la adhesión del PSN a la derecha navarra ha sido una constante. Este apoyo alcanzó su cénit en el ‘agostazo’ de 2007, cuando permitió la elección de Miguel Sanz como presidente del Gobierno, y posteriormente en 2011, cuando formó con UPN un Gobierno de coalición presidido por Yolanda Barcina y con Roberto Jiménez como vicepresidente.

En las elecciones de 2015, el PSN obtuvo los peores resultados de su historia, dejó de ser determinante en todas las instituciones de Nafarroa y, de esta forma, fue posible el cambio impulsado por las fuerzas del cuatripartito.

Cuatro décadas después de aquel viraje a la derecha que dieron a su partido, Gabriel Urralburu se mudó a Madrid tras cumplir condena por corrupción y Víctor Manuel Arbeloa sigue intentando influir en la política desde la tribuna de opinión que le brinda el ‘Diario de Navarra’.