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ZARAUTZ

[CRÓNICA] Mañana electoral en Zarautz: si no puedes con las vacaciones, únete a ellas

PNV, EH Bildu y PP se han dado cita, en un intervalo de apenas media hora, en el malecón de Zarautz, repleto de paseantes a los que los mitines políticos han importado más bien poco.

Candidatos y militantes del PNV, junto a las placas para formar el mosaico de la ikurriña. (NAIZ)
Candidatos y militantes del PNV, junto a las placas para formar el mosaico de la ikurriña. (NAIZ)

No lo tienen fácil los partidos. Mitad de semana santa, sol y muy pocas ganas, en general, de escuchar monsergas políticas. Escribía hace poco Braulio Gómez, acerca de ese 40% de indecisos que dicen las encuestas que hay, que nos equivocamos al imaginarnos dicho colectivo como un conjunto de ansiedades formado por individuos acosados por la duda, personas que llevan semanas sin dormir a causa de su indecisión electoral. Nada que ver. Para la gente, en general, las campañas son una molestia con la que se aprende a convivir.

Vistas así, las campañas pueden entenderse como el esfuerzo de los partidos por captar la atención del potencial votante, cual mocoso de ocho años llamando la atención de sus padres para que observen su última hazaña. Y no es fácil captar dicha atención. Por ello, si no puedes con los elementos, en este caso con las vacaciones, únete a ellas. Eso al menos parece que han pensado varias formaciones, que hoy han situado su base de operaciones en Zarautz, cuyo malecón se convierte en escenario de una interminable procesión laica en jornadas soleadas como las de hoy.

A la tradición procesionaria de estas fechas ha querido sumarse el PNV, que ha arrancado su acto alineando a candidatos y militantes en la playa cual escuadrón romano, alzando al aire una cartulina y componiendo un mosaico con la ikurriña. Ya en el atril, turno para el alcalde que quisiera repetir en mayo, los candidatos de Gipuzkoa que parecen tener asegurados sus dos asientos en Madrid y, por supuesto, Andoni Ortuzar, omnipresente en la campaña jeltzale.

No se les ve especialmente nerviosos, al menos con la cita del 28. Les basta con mantener la línea, y con que Podemos se de el batacazo que las encuestas auguran para recuperar el sexto escaño por Bizkaia y presentarse como vencedores. Eso sí, sigue sin gustarles que EH Bildu vaya a jugar la carta madrileña. Y si hay que sacar a los pesos pesados para arremeter contra ello, se sacan: «Los que ahora quieren ser influyentes, entonces decían que no había que ir a Madrid para nada, pero Ajuriagerra y Arzalluz no se achantaron y siguieron su propio camino», ha apuntado Ortuzar.

Pero pesos pesados los hay en todos los lados. Con media hora de diferencia y a apenas unos centenares de metros, el segundo de EH Bildu en Gipuzkoa, Ion Iñarritu, sacaba a pasear a Santi Brouard para recordar que, al menos en política, conviene estar allí donde no quieren que uno esté.

Tras los escasos resultados de 2016, los soberanistas de izquierda también tienen el viento parcialmente de cara, aunque a diferencia del PNV, el acto de este mediodía en el malecón lo han realizado protegidos por una carpa transparente. Allí se han dado cita entre otros, Iñarritu, Jasone Agirre, Juan Karlos Izagirre y la que quisiera irrumpir en el Ayuntamiento zarauztarra a partir de mayo, Itziar Murua. La otra mitad del combo guipuzcoano de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, estaba junto a Maddalen Iriarte haciendo campaña en Benidorm, dando de paso la razón al titular de este texto.

Aunque más visibles que los puestos de Kilometroak y de los Testigos de Jehová –y más numerosos que el solitario paseo electoral de los candidatos del PP Iñigo Arcauz y Ana Beltrán, presentes también en Zarautz–, los actos de los dos principales partidos vascos han sido poco más que anécdota en un malecón al que le importaban bien poco los mitines. Entre PNV y EH Bildu, un sábado de semana santa, la gente lo tiene claro: vermut al sol.