Si el jueves acababa con la incertidumbre sobre cuántos debates habría –y si los habría– y quiénes participarían, ayer el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez resolvía la ecuación anunciando su participación en las dos convocatorias, tanto la de Atresmedia, que se mantiene el martes, como la de TVE, que será, finalmente, el lunes.

Eso aboca a los cuatro candidatos de PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos a confrontar sus propuestas en televisión y en horario de máxima audiencia durante dos días consecutivos. Fuera queda definitivamente Vox, que sin duda usará su ausencia.

Será además a muy pocos días de la cita con las urnas, lo que hace aún más atractiva –y arriesgada– la batalla entre los aspirantes a La Moncloa. Pero les obliga también a anular muchos de sus viajes en un momento clave para arañar hasta el último voto.

El culebrón de los debates

El jueves, el presidente Pedro Sánchez reafirmó su intención de participar en el debate a cuatro planteado inicialmente por RTVE para el día 23 y replicó al resto de candidatos que «todos tienen disponibilidad ese día».

«Los debates los organizan los medios de comunicación, no los partidos políticos, por lo que desde el PSOE únicamente podemos reiterar nuestra decisión de participar en el debate organizado por parte de RTVE», señaló.

PP, Podemos y Ciudadanos habían rechazado acudir al debate de RTVE el día 23, al coincidir con la fecha elegida por Atresmedia para celebrar el suyo.

Trabajadoras de RTVE, en contra

Los Consejos de Informativos de TVE, RNE y RTVE.es tampoco compartían la decisión de la Corporación RTVE de proponer el martes como fecha para celebrar el debate entre Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera, coincidiendo con el previsto en Atresmedia.

«El Consejo de Informativos cree que RTVE debe apostar por la imparcialidad y no ajustar su programación a la propuesta de un único partido político, sea el que sea, sino favorecer que el debate a cuatro se celebre en la radiotelevisión pública conforme estaba previsto, y no aceptamos que ninguno de los partidos pretenda imponer su criterio», defendieron en una nota firmada por 44.000 trabajadoras.

En este sentido, exigieron que se dejara a las profesionales de la información que conforman RTVE que fueran las que organicen la forma de realizar el debate. También pidieron a las partidos políticos que no utilizaran a RTVE y al debate como un «arma arrojadiza».

RTVE barajaba los días 22 y 23  para celebrar el debate a cuatro, después de que la Junta Electoral Central (JEC) suspendiera el de Atresmedia, que incluía a Vox.

La televisión pública invitó el pasado 26 de febrero a los candidatos a participar en un debate el 22 de abril, pero Sánchez optó entonces por la propuesta de Atresmedia que se iba a celebrar el 23.

«Contrario al principio de proporcionalidad»

El debate a cinco de Atresmedia fue suspendido finalmente por la JEC al considerar que «resulta contrario al principio de proporcionalidad» en su resolución, con la que dio respuesta a los tres recursos presentados por JxCat, PNV y Coalición Canaria.

El órgano que regula el proceso electoral invitó a Atresmedia a plantear una alternativa y así este grupo de comunicación decidió readaptar el formato para que fuera a cuatro y Vox quedaba excluido.

Poco después, RTVE emitió un comunicado en el que mantenía su invitación para que el debate se celebrara en TVE, cuya señal sería distribuida a las televisiones públicas y privadas españolas, al tiempo que lo retransmitiría a través de sus distintos canales y fuera del Estado por TVE internacional.