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EH Bildu quiere usar el dinero prestado a la banca para garantizar unas pensiones de 1.080 euros

Oskar Matute ha asegurado que «con los 60.000 millones de euros que todavía no nos ha devuelto la gran banca, estarían aseguradas unas pensiones mínimas de 1.080 euros».

Oskar Matute, durante un acto anterior. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)
Oskar Matute, durante un acto anterior. (Jaizki FONTANEDA/FOKU)

El cabeza de lista de EH Bildu al Congreso por Bizkaia, Oskar Matute, ha denunciado que «con los 60.000 millones de euros que todavía no nos ha devuelto la gran banca, estarían aseguradas unas pensiones mínimas de 1.080 euros», y ha anunciado que van a ser «los primeros» en exigir en Madrid que se recupere ese dinero y se destine a a «proteger a las personas y a garantizarles unas condiciones de vida dignas, sin excepciones». 

«Dinero hay, el dinero de la gente lo tiene la gran banca; que lo devuelva y daremos un gran paso para garantizar unas condiciones de vida dignas a la gente», ha destacado en un acto electoral celebrado en la Gran Vía de Bilbo, donde se ha comprometido a que EH Bildu sea «la voz de las y los pensionistas vascos en Madrid para llevar sus reivindicaciones al Congreso y al Senado y garantizar que se les escuche también allí. Vamos a trabajar para que se cumplan sus reivindicaciones hasta lograr una pensión mínima de 1.080 euros y que las pensiones se adecuen al IPC».

Asimismo, ha puesto en valor «la perseverancia y la claridad de ideas» de movimiento de pensionistas, y ha advertido de que «tras la pérdida de poder adquisitivo de ese colectivo se encuentran unas decisiones políticas que han tenido el único objetivo de proteger a los grandes poderes económicos y la banca, dejando a la intemperie a la gente».

«Un país que dice cuidar de sus gentes no puede permitirse situaciones como esta», ha añadido, y ha alertado de que «la crisis económica y financiera o no se ha producido o se ha cerrado en falso», ya que «ha condenado a la precariedad a miles de personas, también a las y los pensionistas, una precariedad que en el caso de las mujeres es más grave aún por las pensiones de miseria que reciben».