Con los datos del CERA, ERC ha acabado superando el millón de votos el 28A. Era lo que Arnaldo Otegi planteaba como objetivo para todo el independentismo en el Estado, confiando por su parte en que EH Bildu superara los 200.000 votos, lo que también ha ocurrido con creces (259.000). La satisfacción ha sido, por tanto, evidente en la charla ofrecida hoy en Donostia por Joan Tardà y Maddalen Iriarte. Pero no es solo alegría aritmética, también se ha apuntalado la confianza mutua en la apuesta conjunta y en la capacidad de forzar cambios en Madrid, sobre todo por lo que respecta a Esquerra.
Tardà ha sido muy elocuente desde su primera intervención: «Vamos de sorpresa en sorpresa. Yo voy a hacer 66 años, milito en el independentismo desde muy joven, y en mi generación nunca, nunca, nunca, nadie había previsto ni soñado que seríamos tantos como somos y que hubiéramos llegado tan lejos como hemos llegado. La prueba de que hemos llegado muy lejos es que tenemos presos y exiliados; si no fuéramos tantos, no los tendríamos. A veces la Historia coge velocidad, se acelera como un caballo desbocado. Estamos, eso sí, en el pie de la montaña, nos queda la cumbre. El último tramo será difícil, más de lo que ha sido hasta ahora, y nos obliga a hacer un replanteamiento de cómo sumamos más fuerzas».
Para el veterano diputado catalán, «todo se basa en ser más», por lo que ha destacado que para la próxima convocatoria del 26 de mayo el republicanismo catalán vaya a tener 800 candidaturas municipales por vez primera.
«Ahora, ¿cómo construimos un camino que nos lleve lo más rápido posible hasta la cumbre? Necesitamos un camino que en principio sea ancho, para que quepa mucha gente –ha proseguido Tardà–. Cuando te reúnes con embajadores, siempre llega, pronto o tarde, esta pregunta: ¿Ustedes, los independentistas catalanes, cuántas veces han ganado por más del 50%? Estamos en el 48%. Ya sabemos que cuando pasemos del 50% luego nos dirán, ‘con una sola vez no es suficiente’, y es lógico porque para todos los estados que surja otro nuevo es un problema cuando menos. Pero tenemos que seguir sumando».
En ese afán de ensanchar la mayoría actual, Joan Tardà ha defendido el acercamiento decidido a los «autodeterministas no independentistas» y ha explicado que ERC insiste por ello en la «vía republicana», un concepto equivalente a independentismo pero más asumible por todos aquellos que «aún creen que España puede mutar en una democracia de calidad».
Expectativas diferentes con el PSOE
La situación en Euskal Herria no está tan madura. Maddalen Iriarte ha puesto en valor el acuerdo de bases del Nuevo Estatus, pero con recelos sobre la actitud del PNV y también con la posición de Podemos. Se ha declarado además menos optimista con la opción de una evolución de Madrid, después de que Tardà haya dicho que en círculos del PSOE ya se asume que tienen que mover ficha porque «si no espabilan, lo tienen perdido. Saben que cuanto más tarden en poner su oferta encima de la mesa, peor lo tienen».
Para la parlamentaria de EH Bildu, es cierto que la victoria de Pedro Sánchez «ha traído cierto alivio, porque conocemos muy bien a la ultraderecha, pero a eso hay que contraponerle que el PSOE es una pieza de ese engranaje del Estado. Las únicas salidas están inventadas: diálogo, democracia, referéndum, lo que se va hacer de nuevo en Escocia… y conociendo a España no soy muy optimista».
Para Tardà, ese referéndum llegará si se siguen ampliando espacios: «Nuestra competencia con el nacionalismo catalán no se basa en quién tiene un trozo de pastel más grande, sino en hacer el pastel más grande». Mientras, en Madrid cree que toca perseverar por un diálogo sin condiciones: «La enmienda a los presupuestos la redacté yo mismo para eso, para lograr un diálogo. Como mínimo, ahí tenía que haber un notario. Dijeron que un relator, pues bien, relator». En cuanto al 1-0, mirado en perspectiva reconoce que «no sirvió para que nadie nos reconociera como república, pero sí sirvió para hacer inevitable el referéndum».
El candidato a europarlamentario Pernando Barrena, que ha ejercido como introductor del acto, ha destacado el valor emocional del buen resultado del 28A y también la constatación política de que unir fuerzas entre izquierdas independentistas de pueblos sin Estado tendrá gran influencia en Madrid.