La encuesta publicada hoy sábado en este medio merece mucho la pena de leer. Parece hecha al dedillo para que solo sea posible un Gobierno de Navarra Suma y el PSN. La cuadratura del círculo. ¿Es un resultado posible? Desde luego se acercará. Pero también se parecen los patos y los cisnes, y luego unos son patos y los otros, cisnes. Lo que sí es seguro es que los datos que esconde el sondeo permiten unos juegos muy didácticos sobre el abanico de posibilidades.

Al lío, a los encuestadores de Cíes les dan los números siguientes: Navarra Suma gana con 18-19, Geroa Bai obtiene 9 o 10; PSN sube a 9, EH Bildu baja a 7; Podemos cae hasta los 4; Izquierda Ezkerra entra con uno o 2. Cierra el arco Vox, que se queda con 0-1. No lean este párrafo demasiado rápido. Hay que fijar estos números en su memoria.

El punto de partida de la encuesta es que, a priori, se diría que hay tres posibilidades de gobierno: el del Régimen (Na+ y PSN), el del Cambio (la formulación actual) y una tercera vía con Geroa Bai, PSN, Podemos e I-E (con EH Bildu en el rincón de pensar). Ya estamos listos, por tanto, para sumar.

El Régimen, según la encuesta, barrería. Sumaría 27-28 escaños. Y no necesitaría de Vox, que no llega a entrar. En contraposición, el Cambio se queda en 22-23, que le relegarían a la oposición. Para eso, nos ahorramos votar. Pero, ¿qué ocurre con la tercera vía? Pues que la cosa se complica. Navarra Suma tiene 18-19, empatando con la suma de Geroa Bai y PSN. Se necesitaría, al menos, la concurrencia de uno más para obtener más síes que noes, requisito imprescindible para salir elegido lehendakari. ¿EH Bildu? ¿Podemos? ¿Solo Izquierda-Ezkerra?

Pronto se aprecia, no obstante, una pequeña trampa en la encuesta. En la ficha técnica figuran los detalles de la muestra (800 entrevistas telefónicas, margen de error del 3,5%…). De ellos, el dato clave es la fecha de realización del trabajo de campo (del 8 al 15 de abril). ¿Por qué? Pues porque es antes de que se conocieran los resultados del 28 de abril. Y hay más.

En realidad, “Diario de Navarra” nos la ha colado. No se trata de una nueva encuesta, sino que es la misma que publicó antes de las elecciones generales, cuya muestra coincide en número de entrevistados y fechas. Parece ser que lo que hizo Cíes fue preguntar qué iba a votar la gente en las estatales y qué pensaba votar en las elecciones al Parlamento navarra. Lo dicho: las encuestas son muy caras. Mejor un dos en uno.

Esto resulta particularmente significativo, porque sabemos en cuánto se equivocó la otra vez el Cíes. Se equivocó, por ejemplo, con Vox. En la información publicada hace unas semanas Cíes vaticinó que los de Abascal se quedaban en un oportuno 2,8% (es decir, que no entrarían al Parlamento navarro donde el corte está del 3%). La idea de que se quedan fuera se mantiene en esta encuesta. Se diría que persisten en el error. La realidad es que Vox llegó al 4,83% en el recuento real, el de las urnas, y eso le pone en una horquilla de 2-3 escaños en el Parlamento foral. Aunque, claro está, la gente no vota igual en unas elecciones y en otras. No obstante, la idea de que Vox no entrará interesa a Navarra Suma, porque ellos quieren concentrar el voto. Digamos que este aparente error beneficia a Navarra Suma.

A continuación indicaremos los porcentajes de la encuesta original para las generales y, entre paréntesis, los resultados reales de estas elecciones. De esta forma se puede ver hasta qué punto acertó el Cíes cuando realizó el trabajo de campo y quién iba más hinchado. Así quedó la cosa: Navarra Suma 35,1% (29,32% reales), PSN 25,7% (25,75%), Podemos 15,9% (18,66%), EH Bildu 10,7% (12,77%), Geroa Bai 7,6% (6,06%), Vox 2,8% (4,83%).

Dejo la matemática fina para quien quiera seguir (lo mejor sería que ese alguien comprar dicho periódico para más detalles, transferencia de voto y todo eso). Pero en líneas generales, Cíes infla sobremanera a Navarra Suma un (6% de voto más) e infravalora a Podemos, EH Bildu y Vox. Si trasladamos este error a la encuesta publicada hoy, más o menos, lo que el sondeo vuelve a decir es que Régimen y Cambio van bastante empatados.

Cabe añadir que Cíes siempre ha sido la empresa encuestadora de este medio de comunicación y, por ende, de UPN. Esta empresa conoce bien la realidad poliédrica de Nafarroa, donde cada pueblo es un mundo y es terriblemente complicado acertar. Cíes siempre se acerca, pero nunca lo clava. La siguiente afirmación ya es un salto al vacío del autor de esta reflexión, pero uno apostaría a que cuando Javier Esparza prometió a los suyos que con Navarra Suma llegarían a los 20 escaños, probablemente fuera con datos de Cíes. Ahora parece que no llegan a esa cifra. Y si se toman como base los resultados de las generales, puede que ni se acerquen. Porque, además, el trifachito no ganó y, el PP, alma máter de UPN, cotiza muy a la baja, como con desánimo.

A día de hoy –y este ya es un salto con tirabuzón– se diría que nada está ganado ni perdido en Nafarroa. De hoy en adelante, quien movilice más y mejor a sus votantes (sin pasarse y animar a votar a los adversarios) será quien se lleve el gato al agua. Las encuestas, por sí solas, no bastan para hacer campeón a nadie.