R.S.

Campañas suspendidas y elogios del PNV tras la muerte de Rubalcaba

En su primera jornada, la campaña electoral se vio alterada también en Euskal Herria por la muerte en Madrid de Alfredo Pérez Rubalcaba, al no superar un infarto cerebral. El PSOE desató todo su dolor por la perdida de uno de sus principales líderes desde la época de Felipe González, pero también PP, Podemos y Ciudadanos decidieron suspender sus actos electorales.

En su primera jornada, la campaña electoral se vio alterada también en Euskal Herria por la muerte en Madrid de Alfredo Pérez Rubalcaba, al no superar un infarto cerebral. El PSOE desató todo su dolor por la perdida de uno de sus principales líderes desde la época de Felipe González, pero también PP, Podemos y Ciudadanos decidieron suspender sus actos electorales.

En los elogios póstumos, el PSOE insistió en el argumento de que su acción como ministro del Interior fue decisiva para el fin de ETA. El actual delegado español en la CAV, Jesús Loza, dijo por ejemplo que «fue pieza fundamental», obviando hechos objetivos como su impulso a las detenciones de Arnaldo Otegi y sus compañeros, que pusieron en claro riesgo el giro estratégico de la izquierda abertzale.

En estos panegíricos se le presenta como un político astuto y que asumió riesgos como el doble proceso de negociación Gobierno-ETA y PSOE-Batasuna entre 2005 y 2007. Lo cierto es que aquel proceso no fructificó y los protagonistas de los dos lados han cuestionado el papel de Rubalcaba. Jesús Eguiguren prefirió remarcar ayer que «él en un principio tenía dudas porque yo inicié el proceso por mi cuenta, pero a medida que avanzaba la cosa depositó en mí confianza y siempre le estaré agradecido».

Rubalcaba tampoco ocultó que su objetivo no era tanto la resolución como la derrota de la izquierda abertzale. Tras haber insistido en el mantra «o bombas o votos» acabó en 2011 alertando de que el cese de los atentados podía disparar en las urnas al independentismo.

En su ciclo como ministro del Interior, Rubalcaba tuvo otras muchas actuaciones controvertidas en derechos humanos. Negó torturas a Igor Portu y Mattin Sarasola, caso reconocido ahora por el Tribunal Europeo bajo el eufemismo de «trato inhumano». Y se jactó de que en esa época (2008) el plazo tope de cumplimiento de condenas para los presos vascos se elevaba de 30 a 40 años, donde sigue.

Rubalcaba participó el pasado octubre en el acto de escenificación del fin de ETA realizado por los gobiernos español y francés en La Moncloa. Allí estuvo también el lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, que ayer le despidió evocando «la intensa relación en momentos difíciles de lucha por la paz. Queremos reconocer su trabajo». Para el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, era «infatigable, culto y cercano» y «le corría la política por las venas».

 

Declaraciones

«Es imposible enunciar cuánto le debemos en la lucha por una Euskadi libre de terrorismo»

Idoia MENDIA

Líder del PSE

«Reconocemos su trabajo en pos de un ideal compartido»

Iñigo URKULLU

Lehendakari de la CAV

«Fue clave para muchos consensos de la democracia»

Alfonso ALONSO

Líder del PP en la CAV