¿Qué balance hace de esta última legislatura?

Creo que han sido cuatro años muy positivos. Cuatro años en los que hemos demostrado que se puede hacer política en el Ayuntamiento centrando los asuntos que interesan a la ciudadanía, poniendo la agenda Vitoria-Gasteiz, la agenda vitoriana, en el centro de la política municipal, y logrando acuerdos con diferentes partidos políticos y también con otras instituciones para el desarrollo de proyectos estratégicos de la legislatura.

Accedió a la Alcaldía gracias al apoyo de EH Bildu, Podemos e Irabazi, que le votaron para desalojar a Javier Maroto...

Diría que entonces, en 2015, yo era el único candidato que suscitaba el consenso necesario para ser alternativa al PP. Y fue un trabajo de todos aquellos que apostamos por dar un giro de 180 grados a la política municipal basada en la confrontación que estaba impulsando el anterior alcalde. Durante el primer año intente hacer participe de la gestión del día a día a los diferentes grupos políticos. De hecho, a EH Bildu le ofrecí la presidencia de alguna sociedad municipal o incluso la concejalía delegada de algún área concreta que quisieran gestionar, y no quisieron participar. Así, un año después del inicio de la legislatura nos encontramos a un EH Bildu que abandonó el barco, y creo que esa ha sido una de las mayores decepciones que me he llevado esta legislatura.

¿Usted hubiera apoyado a Miren Larrion, de EH Bildu?

El PSE iba a conformar junto con EH Bildu y al PNV la alternativa al PP, y el PSE siempre decía que de votar a alguien iba a votar al PNV. Por eso digo que en ese momento y aquella época el único candidato que suscitaba el consenso necesario para ser una alternativa al PP era yo. Quise involucrar en la gestión del Gobierno a las fuerzas políticas que impulsaron el cambio, por eso digo que la negativa de ellos fue un hecho que me contrarió. Y el hecho de que en 2016 uniera Bildu los votos al PP para evitar que hubiera presupuestos en el Ayuntamiento a pesar del acuerdo entre PNV, PSE, Podemos e Irabazi, marcó un punto de inflexión en la forma de actuar de este grupo.

Usted cerró un acuerdo fiscal con PP y PSE a los pocos meses de llegar a la Alcaldía, en 2015...

No hubo un acuerdo fiscal, lo que hubo fue la consecución de un compromiso que habíamos adquirido en torno al Impuesto de Actividades Económicas. Pero eso no justifica ningún viraje.

En la presentación de su programa electoral puso en valor los acuerdos, pero ha prorrogado las cuentas los últimos dos años y el anterior recurrió a una cuestión de confianza...

La cuestión de confianza marcó el punto de inflexión de la legislatura. Creo que fue un acto de valentía, en el que dije que no estaba aquí para calentar un sillón durante cuatro años, y PP y EH Bildu se dieron cuenta de que tienen una estrategia partidista compartida pero no tienen una estrategia de ciudad compartida. Comparten una estrategia política y partidista, porque la mayor amenaza para el PP y EH Bildu es un PNV fuerte, eso les unía y les ha unido en estos últimos dos años. Ha sido difícil acordar con estas formaciones porque ha imperado más su estrategia partidista que su compromiso con la ciudad, y aun así hemos llegado a acuerdos en materia de movilidad, fiscalidad y proyectos como Gasteiz Antzokia o Emakumeen Etxea.

¿Volvería a reeditar en 2019 un pacto como el de 2015 para impedir el regreso del PP?

Si me preguntas si me arrepiento de lo que hice hace cuatro años, te diré que no, creo que tomamos una decisión acertada, aunque suponía un enorme esfuerzo. Entrar en un Ayuntamiento con la situación de conflictividad política y social que existía, fruto del mensaje que dejó el anterior Gobierno, con cuatro concejales y un alcalde que tenían que gestionar todos los departamentos... te puedo asegurar que es un ejercicio de sacrificio y responsabilidad supino con esta ciudad. Si me preguntas si se repetirá en las próximas semanas, creo que no será necesario porque la gente sabrá valorar el trabajo realizado por este equipo de Gobierno, la honradez y la trasparencia con la que hemos trabajado.

Entre sus propuestas figuran medidas planteadas en la presente legislatura y que no se han llevado a cabo, como la ampliación del tranvía o el BEI...

Eso no es cierto, el BEI está adjudicado.

Pero no se ha realizado la obra ni se ha puesto en marcha esta legislatura...

Está adjudicada la obra y en las próximas semanas empezará el proyecto; y las obras del tranvía al sur están avanzadas las obras; y el tranvía al Salburua también es un proyecto que va a ver la luz las próximas semanas. Además, hemos renovado la flota de autobuses de Tuvisa, hemos logrado un acuerdo para que Foronda recupere el H24, para que el TAV se integre de forma soterrada en la ciudad... En materia de movilidad creo que podemos decir que ha sido una legislatura muy fructífera, y ahora lo que tenemos que hacer es consolidar esta forma de hacer para que Vitoria-Gasteiz sea una superciudad.

También ha propuesto crear un Ecobulevar, algo que está sujeto al soterramiento del ferrocarril...

El PNV en Vitoria ha mostrado la capacidad de cooperar con otras instituciones para desarrollar proyectos estratégicos, como la Alta Velocidad. La pasada legislatura el PP planteaba la llegada del TAV en superficie con unas pequeñas inversiones en la estación de Dato, y lo que hemos conseguido es que el TAV llegue de forma soterrada en un corredor de 3,6 kilómetros que va a permitir un espacio de oportunidades para nuestra ciudad, en concreto para conectar Salburua y Zabalgana a través de un Ecobulevar que recoge las señas de identidad de la ciudad. Una ciudad verde, una ciudad sostenible y respetuosa con nuestro entorno natural, que apuesta por el transporte público de alta capacidad. Creo que, después de la constitución de la ciudad allí por 1181 y del Ensanche decimonónico, uno de los grandes hitos en el urbanismo de la ciudad será el Ecobulevar Salburua-Zabalgana gracias al soterramiento del corredor ferroviario.

¿Barajan alguna fecha?

Sí, lo que pensamos que es para 2023 ya tendremos las obras de Alta Velocidad, y para ese año podríamos empezar a dar los primeros pasos de este Ecobulevar, que no es una ocurrencia política. Llevamos más de un año trabajando con los arquitectos municipales y con una ingeniería de Vitoria-Gasteiz.

¿Eso significa que para el 2023 estará ejecutado el soterramiento del ferrocarril?

Tal como y están recogidas las fechas y como el propio ministro se comprometió, en 2023 estarían terminadas las obras del soterramiento. En cualquier caso el responsable de la obra es el Gobierno de Madrid y nosotros como ayuntamiento haremos lo que hemos hasta ahora, cooperar con el resto de administraciones en defensa de nuestros intereses y en defensa de proyectos positivos para Vitoria Gasteiz.