«Si EH Bildu llega al Gobierno de Bilbao, nos comprometemos a convocar una consulta ciudadana, la primera de la historia de la villa, sobre los usos alternativos que podría tener». Así de clara se ha mostrado Alba Fatuarte en la comparecencia que el grupo soberanista ha realizado al lado del coso de Vista Alegre, tras la reunión mantenida con el Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia (CAAB), en la que ambas partes han conocido de primera mano las diferentes propuestas que tienen para la plaza de toros.

Al término de esta reunión, Fatuarte ha afirmado que «tras el importante trabajo de fiscalización realizado por EH Bildu los últimos años, ha quedado en evidencia que la plaza de toros es una ruina económica para el Ayuntamiento, que es propietario del 50% de la misma». La concejala se ha remitido a datos conocidos sobre Vistalegre, como que desde 2014 tiene un déficit acumulado de 500.000 euros, «y aún no conocemos los datos de 2018, porque no se nos han facilitado. Nos tememos que seguirán en la línea».

Abrir el debate

EH BIldu aboga por afrontar la realidad actual de Vistalegre y «abrir un debate público para decidir los usos alternativos que puede tener la plaza en el futuro. Hay que dejar de lado la gestión oscurantista y de gestión opaca de las últimas décadas, es hora de arrojar luz sobre la plaza de toros».

Durante el encuentro, tanto la CAAB como EH Bildu han contrastado los proyectos de ambos, que por el momento son los únicos que están encima de la mesa. El colectivo antitaurino apuesta por derribar la plaza la plaza para construir vivienda pública, mientras que EH Bildu aboga por darle otro uso a Vista Alegre, convirtiéndola en una plaza del ocio con zonas para patinar, skate y rocódromo.

«Hemos conocido la propuesta de la CAAB, y también nos parece interesante. Nosotras queremos darle la palabra a la ciudadanía de Bilbao, queremos que puedan decidir qué proyecto es más adecuado para Vista Alegre», ha señalado Fatuarte, quien ha añadído que «lo que no se sostiene desde ningún punto de vista es mantener una infraestructura que genera déficit y en la que se vulneran sistemáticamente los derechos de los animales».