Martxelo DÍAZ
IRUÑEA

La normalización del euskara en Nafarroa ha avanzado, pero no al gusto de todos

La normalización del euskara ha tenido un lugar destacado en la actuación de las instituciones del Cambio en Nafarroa. Se han dado avances concretos, insuficientes para sectores euskaltzales y excesivos para quienes se han agrupado en Navarra Suma.

Movilización a favor del euskara en las escuelas infantiles de Iruñea. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Movilización a favor del euskara en las escuelas infantiles de Iruñea. (Idoia ZABALETA/FOKU)

El acuerdo programático suscrito por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E señalaba en materia de política lingüística que era necesario un cambio de rumbo «tras demasiados años de contención y discriminación» y señalaba que la garantía de derechos lingüísticos y la normalización debían ser los ejes de esta nueva política.

Junto a ello, se reseñaban una serie de medidas concretas como garantizar la matriculación en modelo D en toda Nafarroa, garantizar la presencia del euskara en actos oficiales o poner en marcha una estrategia de comunicación que prestigiara el idioma.

Se han cumplido con algunos de estos objetivos y hoy es posible que, al margen de la zona lingüística, si hay demanda suficiente se pueda matricular en modelo D. De hecho, se han abierto nuevas líneas en euskara especialmente en localidades de Tafallaldea.

El balance no es tan positivo en lo que se refiere a la lista única en las oposiciones del profesorado. Se trata de una histórica reivindicación sindical que tiene como objetivo acabar con una discriminación que sufre el profesorado euskaldun. En Nafarroa, los profesores que querían opositar a una plaza con euskara como requisito no podían hacerlo a las de castellano, a pesar de estar capacitados para ello, porque la estrategia de UPN era convocar las pruebas el mismo día. Esto se corrigió, pero obliga a los euskaldunes a hacer dos exámenes, un hecho insólito en las comunidades con idioma propio.

La reivindicación sindical y euskaltzale reclamaba que se instaurara una lista única para todo el profesorado, con un único examen. En función de si se trataran de plazas con requisito en euskara o no, se asignarían a quienes hubieran acreditado su conocimiento. Este segundo paso no se dio para enfado de los sindicatos, que subrayaban que esta reivindicación tenía como principal objetivo acabar con una discriminación.

En esta cuestión fue determinante el papel de I-E, uno de los firmantes de acuerdo programático, que se opuso a la puesta en marcha de la lista única con el argumento de que perjudicaba a los profesores que solo saben castellano. No se pueden obviar los lazos de esta formación con el sindicato CCOO, que en el ámbito educativo hace una cerrada defensa de los intereses del profesorado monolingüe.

En el ámbito parlamentario, a instancias de EH Bildu, se puso en marcha una ponencia para analizar las posibilidades de aprobar una nueva Ley de Euskara que transcendiera la actual, marcada por la imposición de la zonificación lingüística. El cuatripartito consiguió llegar a un acuerdo para aprobar un dictamen, que EH Bildu consideró insuficiente. UPN y PP ni siquiera acudieron a la ponencia, mientrs que el PSN mantuvo una postura obstruccionista.

Un análisis similar realizó EH Bildu del decreto foral para regular el uso del euskara en la Administración, considerando que «se había quedado corto».

En este contexto, Kontseilua ha reclamado a lo largo de la legislatura que el euskara sea oficial en toda Nafarroa y ha convocado movilizaciones con esta demanda en varias ocasiones. Han reclamado al Gobierno un mayor compromiso para avanzar en la normalización del euskara, destacando que este debía ser uno de los pilares del Cambio.

El análisis que hace Navarra Suma es completamente opuesto. Junto al PSN, han apoyado manifestaciones contra la normalización del euskara con el argumento de que se estaba «imponiendo» esta lengua. Javier Esparza ya ha anunciado en campaña que si llegan al Gobierno dejarán sin efecto el decreto de euskara. Han hecho de esta cuestión uno de los ejes de su actuación política.

Ayuntamiento de Iruñea

En el ámbito del Ayuntamiento de Iruñea, la legislatura ha concluido con la aprobación de una nueva ordenanza de euskara, que considera a esta lengua y al castellano como lenguas propias de la ciudad. De este modo, se ha actualizado la ordenanza vigente desde 1987 (que fue apoyada por el PSN). 

«La ordenanza de euskera cumple lo recogido en el acuerdo programático que alumbró al actual equipo de gobierno: Recuperar el espíritu original de la ordenanza del euskera, actualizarla y desarrollarla. Asegurar su cumplimiento. Comisión de toponimia y actualización del estudio sobre perfiles lingüísticos y plantilla municipal», destacó el alcalde, Joseba Asiron, al presentar el documento.

En Iruñea, la decisión de abrir líneas en euskara en dos escuelas infantiles para hacer frente al incremento de la demanda en esta lengua tras décadas de inacción por parte de UPN provocó una agria polémica, con movilizaciones a favor y en contra de la medida y denuncias en los tribunales. Sin embargo, estas escuelas funcionan actualmente con total normalidad.