«Con la elección de Gasteiz, la Euroliga elige una ciudad de tamaño medio y se aleja de las grandes capitales». Son palabras de Jordi Bertomeu, que desde que tomara las riendas de la Euroliga en los últimos estertores del Siglo XX, ha buscado con saña dar a este torneo un aire de negocio multinacional y con mucho dinero en danza, huyendo a veces de lo que une a la afición europea de la Euroliga: el mejor baloncesto de Europa, que es lo que se verá en Gasteiz.
Ciudades como Londres o París, donde no terminan de arrancar proyectos de grandes equipos –lo más parecido de París es el Nanterre, municipio sito justo enfrente de la Sorbona, más conocido por ser uno de los más contestatarios en el mayo francés de 1968–, han acogido varias ediciones de la Final Four, con un seguimiento irregular; Berlín vivió sendas ediciones en 2009 y 2016, esta última en pleno Carnaval de las Culturas –un evento de cuatro días que se celebra el fin de semana de Pentecostés, y que atrae a más de un millón de visitantes solo al distrito de Kreuzberg–, con lo que buena parte de la ciudad sabía de la Final Four casi de oídas. Madrid acogió la edición de 2008, en plenos fastos del bicentenario de la «Guerra de la Independencia»... En resumen, que el formato de negocio mastodóntico por el que suspira la Euroliga se ha topado demasiadas veces con ciudades más bien dispersas, problema que con Gasteiz no va a suceder.
De una u otra forma, la Euroliga contemporánea retoma el formato de sus primeros años, cuando aún era la FIBA la encargada de organizar este evento. Así, Gante fue la sede de la primera Final Four en 1988, una ciudad que en aquel entonces apenas llegaba a los 230.000 habitantes, mientras que en 1990 y 1995 fue Zaragoza, con una población de unos 600.000 habitantes, quien organizó aquellas ediciones de la Final Four. La Euroliga regresa a las ciudades pequeñas pero de gran tradición del baloncesto.
Porque no va a ser esta la primera competición continental baloncestística que organice Gasteiz. En 1996, aquel recordado Taugrés de Manel Comas se llevó la Recopa en el Araba Arena ante el PAOK de Salónica después de que en 1994 y 1995 los gasteiztarras se tuvieran que conformar con el subcampeonato. En 2010, Bilbao Basket, Alba Berlín, Panellinios y Valencia Basket disputaron en una Final Four accidentada, a cuenta de los trastornos que provocó en el transporte en Europa la erupción del impronunciable volcán islandés Eyjafjallajökull.
El pabellón de Zurbano pasó de 5.000 asientos en 1996 a rozar los 10.000 en 2010, pero todo el mundo sabía que el sueño de Josean Kerejeta, después de que el cisma con la FIBA le privara de acoger la Final Four de 2001, era el disponer de una Final Four de la Euroliga en casa. Y aunque Jordi Bertomeu se ha mostrado remolón durante largo tiempo, el esfuerzo del mandatario baskonista, entre otras cosas ampliando el aforo hasta las 15.500 plazas, ha tenido al fin su recompensa.
Lleno hasta los topes
La capital alavesa está copada para la Final Four. Aunque las semifinales se disputan mañana, los eventos arrancan este mediodía con la presentación oficial en la Plaza Nueva, en el que a la presencia de Bingen Zupiria en representación de Lakua y Jordi Bertomeu se le añadirá la presencia de los entrenadores de Fenerbahçe, Efes, Real Madrid y CSKA de Moscú, y un jugador de cada uno de los contendientes.
Ya ha empezado el desembarco de aficionados rusos, turcos y madridistas, y un gran número de aficionados de Euskal Herria, toda vez que la organización de la Final Four ha previsto líneas de transporte en autobús también desde Donostia y de Bilbo. El Sold Out de los abonos data del pasado mes de noviembre, aunque la reventa parece que echará humo hasta última hora.
Y es que las 6.000 plazas hoteleras de Gasteiz están copadas desde hace un año, más o menos. Pero es que en toda Araba la canción es la misma, de forma que se espera que parte de los 50 millones de retorno que, se estima, dejará la Final Four también caiga en el resto de las capitales de Euskal Herria.
Aunque el epicentro no dejará de ser Gasteiz. La Fan Zone que se inaugurará mañana estará sita en la Plaza Nueva, la Plaza de la Virgen Blanca y en la Plaza de los Fueros, con «embajadores» como Igor Rakocevic o Andrés Nocioni. También habrá un concierto el sábado a las 21.00 en la Plaza de los Fueros.
Ante ello, Lakua ha provisto de una dotación de 200 ertzainas. Habrá vigilancia y controles en los accesos al recinto deportivo, en el propio pabellón y en otras zonas. Por ello, recomiendan para las semifinales acudir con dos horas de antelación al recinto deportivo. Por otro lado, el Departamento de Seguridad distribuirá seis mil ejemplares de su folleto de recomendaciones en euskera, castellano, inglés, ruso y turco en hoteles, en el pabellón y en la Fan Zone.