El documento ha sido presentado por la integrante de Pensionistak Martxan Ixa Garnika y la representante de la asociación Acción Clima Ana Malón, quienes han comparecido en rueda de prensa acompañadas por otros miembros de los distintos colectivos.
Los firmantes piden al próximo Ejecutivo navarro que implemente «un nivel de información riguroso» para que la sociedad conozca «los graves retos» medioambientales, y que constituya marcos de participación además de cortar «de raíz» la especulación inmobiliaria.
Otras reivindicaciones son la reducción de los consumos de energía y la paralización de la construcción de «macro infraestructuras de nulo beneficio social que suponen un altísimo coste económico y medioambiental».
También se solicita una «gestión responsable» de los residuos y una disminución del nivel de consumo que se encuentre «fuera de las necesidades habituales» que provoque «graves afecciones a los recursos naturales».
Los colectivos piden, además, una nueva cultura del agua y la defensa del patrimonio cultural, material e inmaterial. Por otro lado, se apuesta por una agricultura campesina y una ganadería extensiva «unida a la tierra», un modelo «que entronque con los principios de soberanía alimentaria».
Igualmente, se aboga por la defensa de los comunales «como un modelo de relación y gestión del territorio, basado en la participación de la comunidad local de forma directa».
Por último, los firmantes piden al nuevo Gobierno un «compromiso inequívoco en la defensa de las especies y espacios protegidos, poniendo fin a la vulneración sistemática de las leyes en defensa de las mismas».
En definitiva, consideran «urgente» una «planificación democrática, racional y humana» que recoja todas estas propuestas y que pivote su actuación sobre la base del equilibrio territorial, buscando una «huella ecológica positiva» para «recuperar la destrucción provocada por años de una nefasta política de ordenación del territorio».
Los colectivos seguirán impulsando la movilización, «tanto en la calle como en el ámbito de las ideas y las alternativas, frente a todos los proyectos antiecológicos».
«Seguimos en medio de la mayor crisis medioambiental de la historia de la Humanidad, unida a una severa crisis económica y social», reza el texto.
Los firmantes del manifiesto denuncian que en Nafarroa, “los diferentes gobiernos, los del Régimen y el actual del Cambio, en línea con los de Madrid, han mantenido la lógica del capital, del desarrollismo y del heteropatriarcado», impulsando y manteniendo proyectos como el TAV, las térmicas de Castejón y los proyectos de autopistas eléctricas o el proyecto urbanístico-especulativo de Aroztegia.
También critican el Canal de Navarra y pantano de Itoitz, el recrecimiento de Yesa, la situación de los ríos contaminados, acuíferos como el de Lokiz y la excesiva extracción de agua en Valdega.
Igualmente, rechazan el polígono de tiro en Bardenas y proyectos mineros como el de potasas de Geoalcali o los de Magna. La macroplanta de residuos urbanos en Imarkoain y la situación de la planta del Culebrete se suman a estas reivindicaciones, así como los cultivos transgénicos y la agroindustria.
El documento ha sido suscrito por los sindicatos CGT, ELA, ESK, LAB y ESTEILAS, las plataformas contra la línea de alta tensión Orkoien-Ezkabarte, Sakana Trenaren Alde AHTrik EZ y Pensionistak martxan.
También se han adherido las asociaciones Acción Clima, AHT Gelditu Elkarlana Nafarroa, Compañía de las 3 Erres, Coordinadora Monte Alduide, Greenpeace, grupo Gardatxo de Larraga, Mugarik Gabe Nafarroa, Kalaxka, Hiru Mugak Batera, Fundación Sustrai, Ekologistak Martxan y Alde Zaharreko Gazte Mugimendu eta Maravillas Gaztetxea.