«Llevo cinco años callado a la sombra de Greg Popovich y cada vez que me dejan, hablo demasiado», ha bromeado el técnico de Catania en una presentación por todo lo alto del «Euroleague Coaches Clinic», que tendrá lugar en Badalona entre el 4 y el 7 de julio, un total de 14 lecciones de hora y media de duración que van a dar siete entrenadores como siete soles: Ettore Messina, Xavi Pascual, Neven Spahija, Pablo Laso, Georgios Bartzokas, Saras Jasikevicius y Zeljko Obradovic. El presidente del Joventut, el bilbaino Juanan Morales, se ha mostrado «muy honrado de recibir a los mejores técnicos europeos en una ciudad de baloncesto como es Badalona».

Pero más allá del programa, lo interesante ha llegado a la hora de las preguntas, sobre todo por parte de un Ettore Messina que, sin rehuir ninguna pregunta, ha hecho gala de una elegancia y una claridad de exposición fantástica. Por poner un ejemplo, ha recalcado en repetidas ocasiones la diferencia que ha encontrado en la NBA en lo que respecta al físico, algo «imposible de copiar», pero que al mismo tiempo revela el tiempo y el esfuerzo que le dedica la mejor Liga de baloncesto del Mundo en el apartado físico de preparación y recuperación. «Los staffs a este respecto son muy completos, con multitud de personas de distintas nacionalidades que trabajan en equipo». Y ha recordado una anécdota en la que destaca la necesidad de la buena recuperación y la preparación individual cuando su experiencia de jugar en días seguidos. «Recuerdo cómo me impresionó, cuando estuve en los Lakers, hablaba con Kobe Briant y Pau Gasol y recalcaban, después de jugar un duro partido, terminar tarde, tomar el avión, llegar a las tres de la madrugada al hotel, levantarse a las ocho, se tenían que preparar para disputar el partido, conscientes de que si no alcanzaban al menos un ‘doble doble’, el riesgo de perder el partido era muy alto. En Europa todavía no sabemos casi nada de lo que significa ese esfuerzo».

Entre bromas y veras, ha definido la situación de los staffs de entrenadores extranjeros en la NBA «como la de en su día Sabonis, Petrovic y otros. Ya no existen prejuicios sobre la capacidad de los técnicos no estadounidenses y será cuestión de tiempo para que haya más como Igor –en referencia a Kokoskov, el serbio que ha entrenado a los Phoenix Suns la pasada campaña, aunque haya sido cesado–, de igual forma que pronto habrá mujeres entrenadoras jefe, al igual que Anne Panther ha sido la primera mujer árbitro en una Final Four».

En todo caso, «el juego sigue siendo de los jugadores y los entrenadores debemos de saber gestionar el día a día con ellos, compartiendo nuestras flaquezas y virtudes, viendo en qué momento dialogar o dar una voz...», ha dicho, revelando por encima de todo que «he tenido la suerte de entrenar a jugadores como Ginóbili, Duncan, Parker... y lo mejor en lo que han contribuido en mi adaptación es que me han dejado ser yo mismo. Porque en todos los oficios hay grandes profesionales, y en el baloncesto eso se traduce en grandes jugadores, entre los que además están los campeones. Y lo que distingue en muchos casos a los campeones de los grandes jugadores es que además son grandes personas con algo especial adentro. Son capaces de poner el equipo por delante de todo».

Xavi Pascual: «Las pretemporadas son cruciales»

Sin levantar tantas pasiones, Xavi Pascual ha dicho también cosas bien interesantes, estacando sobre todo su puntillosa necesidad de conformar los roles y los grupos antes de arrancar la temporada. «Cuando uno piensa formar un equipo para competir, tiene que saber conjuntar a los que van a formar ese equipo. En ese sentido, las pretemporadas son cruciales para conformar los roles de después, para hacer que los componentes del grupo entiendan las reglas que van a regir. El juego lo interpretan los jugadores, pero deben integrarse en lo que el club les indica antes de que empiece la temporada».

El técnico de Gavà, en paro desde que fue cesado de Panathinaikos –aunque haya fuertes rumores de que pueda hacerse cargo del Armani Milano de la próxima campaña–, ha reconocido que «en enero me costaba levantarme y no tener un próximo partido que preparar o un próximo entrenamiento que realizar». En todo caso, ha reconocido que esta «inusual» tesitura le ha servido para ir aprendiendo y ha comentado que «se aprende de cualquier entrenamiento partido que veas, como por ejemplo el torneo u18 que se está jugando en Mendizorrotza a la sombra de la Final Four».

En todo caso, ha recalcado que «el juego cambia mucho, pero las posiciones de base y de pívot siguen siendo invariablemente los más importantes del baloncesto, como se ha podido ver en las semifinales de la Final Four». Por otro lado, ha incidido en que «a estos niveles, una buena defensa no garantiza que no te metan canasta, porque el talento que hay es grande, pero sin defender es imposible jugar una Euroliga».