Al igual que a nivel de Bizkaia en Juntas Generales, EH Bildu se ha quedado con un sabor agridulce en Bilbo tras los resultados electorales. La subida en votos, superando los 25.000, no le ha servido para conseguir más ediles y, además, el PSE le ha arrebatado la segunda posición.

Más allá de la previsible clara victoria del PNV y el ascenso del PSE, la coalición soberanista es en el área del Gran Bilbao dónde mayores dificultades se encuentra para poder influir en el ámbito político. La superioridad manifiesta jeltzale hace que pasen desapercibidos los pequeños avances que ha conseguido desde 2011. Eso sí pasito a pasito. Tras los más de 26.000 votos logrados por Joseba Asiron en Iruñea, dónde ha gobernado, Bilbo es la segunda capital en cuanto a número de votos de EH Bildu, aunque evidentemente el censo es mayor en Bilbo. Reyes Karrere ha logrado 20.000 en Donostia y Miren Larrion 24.500 en Gasteiz.

La lista que lideraba Jone Goirizelaia se ha quedado a unos 200 votos de conseguir el quinto edil. El PP le ha arrebatado ese concejal al lograr pasar del 9% de votos y quedarse en el 14,95 % la coalición soberanista. La diferencia es pequeña y EH Bildu va a pedir que se revisen todos los votos, pero parece improbable que logre ese quinto edil que evidenciaría el ascenso en votos que ha obtenido.

Bilbo es una plaza complicada para el independentismo y si se comparan los resultados desde 1979, tan solo Herri Batasuna consiguió superar el número de ediles en dos ocasiones. La última vez fue en 1987 con Josu Barandika, que logró más de 28.000 votos, 5 ediles y el 15% en porcentaje de votos, mientras el máximo histórico lo obtuvo Santi Brouard en 1979 con 6 concejales, más de 33.000 sufragios y el 17% en porcentaje de votos.

Sin embargo, a la hora de analizar estos datos hay que tener en cuenta que tanto en 1979 como en 1987 la población de Bilbo y el censo era mayor. Años de efervescencia y más juventud. En concreto, en 1979 la población era de 450.000 habitantes y un censo de 327.000 electorales. En la actualidad, es de 345.000 habitantes y un censo de algo más de 275.000 votantes.

Por recordar épocas con grandes resultados para el espacio que ocupa el independentismo, Euskal Herritarrok logró en 1999 con Lander Etxebarria 23.742 sufragios, 4 ediles y el 12,42% en porcentaje de voto. Por su parte, la ola de Bildu en Hego Euskal Herria en 2011 obtuvo con Txema Azkuenaga 23.932 votos y el 14,48%.

PNV y PP

Repasando los resultados históricos de otras formaciones desde 1979. El espacio que ocupa el PNV siempre ha sido la primera fuerza y se mueve alrededor de los 70.000 votos. Aburto ha logrado 71.854. Por comparar, en 1979 Castañares logró 75.000 votos. Azkuna superó los 80.000 votos en 2003. Fue en los noventa la peor época jeltzale, que rondaba entre los 50.000 y 60.000 votos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Mario Fernández logró 20.000 votos con EA en 1987. Gorordo llegaría a la alcaldía por el PNV, pero en años posteriores presentó una lista propia rascando votos a los jeltzales.

El cada vez menor respaldo al PP es otro de los datos llamativos en la capital vizcaina. En los noventa Ascensión Pastor y Antonio Basagoiti llegaron a obtener más de 40.000 votos. En 2019, Raquel González se ha quedado en 15.000. El PP baja, pero quizá menos de lo que se esperaba. Además, hay que señalar que Ciudadanos ha recibido 3.700 votos y Vox 1.900. Asimismo, una formación local como Bilbainos, con un discurso totalmente de ultraderecha y xenófobo, ha logrado otros mil votos. Por lo tanto, el PP tiene opción de recuperar votos por ese espacio.

Más complicado es saber por donde podría crecer EH Bildu en Bilbo contemplando la sociología y los datos que indican el conservadurismo del electorado en la capital vizcaina si se miran los resultados desde 1979.