El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria ha admitido los recursos presentados por dos presas vascas (Marta Igarriz y Ainhoa García Montero) por un mismo motivo. Tras haber sido acercadas a Euskal Herria tanto Igarriz como el compañero de García Montero, Oier Goitia, les resulta imposible mantener las comunicaciones con sus parejas previstas en la ley.
Igarriz fue llevada a la prisión de Logroño en setiembre del pasado año, pero en Castelló se dejó a su compañero, Karmelo Lauzirika. En cuanto a la otra pareja, a Oier Gómez lo llevaron a Villabona (Asturias) en febrero, con lo que quedó separado fisicamente de Ainhoa García Montero, que sigue en Murcia.
Tras analizar los recursos, el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria constata que las comunicaciones han quedado interrumpidas y añade que los centros penitenciarios no han informado de razón alguna de «seguridad, orden o tratamiento que aconseje la limitación del derecho».
Por tanto, da la razón a Igarriz y García Montero y lo pone en conocimiento de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que en buena lógica debería trasladar también a Logroño a Lauzirika y a Villabona a García Montero. No existe obstáculo para esto último, dado que en la cárcel asturiana existe módulo de mujeres.