Por segunda vez en su historia, Inglaterra disputará las semifinales del Mundial. En Canadá alcanzó el bronce; cuatro años más tarde sueña con algo aún mejor.

Phil Neville aseguró antes de viajar a Francia que su equipo llegaba con el objetivo de ganar el Mundial. Y a nadie le parece ya una fanfarronada. Hasta ahora, a Inglaterra solo le ha complicado la vida Vanina Correa, ante la que se estrelló una y otra vez hasta doblegar a Argentina en la segunda jornada de la fase de grupos. Escocia le inquietó cuando la propia Inglaterra se relajó viéndose con suficiente ventaja, más o menos como Japón, que ni siquiera pudo hacerle un gol. En octavos, el partido frente a Camerún fue poco más que un trámite y esta noche, el que se presuponía su envite más complicado, ha arrollado a Noruega.

Al equipo de Martin Sjogren se le han notado los esfuerzos acumulados, sobre todo el pasado sábado frente a Australia, y aún así ha sido capaz de hacer daño en la segunda parte, cuando el partido parecía sentenciado. Pero a estas alturas no hay ningún equipo que no haya tenido algún momento de debilidad. Y los de Inglaterra han sido, probablemente, los menos significativos.

En Le Havre ha decidido en la primera parte. Con Houghton y Bright finalmente en el once, las Lionesses no han dado un respiro a su rival, conscientes de que su mejor fútbol llega cuando pisan el acelerador y que con la tralla que traía Noruega, las consecuencias podían ser doblemente beneficiosas. Antes de cumplirse el primer minuto, White ya había avisado. Y recién cumplido el dos, llegaba el primer gol. Parris y Bronze, con las que Noruega en general y Minde en particular tendrán pesadillas, han fabricado la jugada para que Scott, tras el error de White, cruzara para marcar el 0-1.

Al contrario de lo que ha sucedido en partidos anteriores, cuando viéndose en ventaja ha dado un paso atrás, Inglaterra ha seguido apretando. Y su rival sufriendo. Se han sucedido las ocasiones, con balón a la madera de White incluido, hasta que a cinco minutos del descanso, la delantera del City ha acertado. De nuevo Bronze y Parris –próximas compañeras en el Olympique–, esta vez intercambiando los papeles, han fabricado por la derecha para que White anotara su quinto gol del Mundial.

A Noruega, que apenas se había acercado a Bardsley en todo el primer tiempo, le ha sentado bien el descanso. Nada más reanudarse el choque, Graham Hansen se ha dormido en lo que debería haber supuesto el 1-2. Y doce minutos después Inglaterra se lo ha agradecido sentenciando el partido. Error de las nórdicas por dejar sola a Lucy Bronze, pero sobre todo acierto de la lateral, que ya marcó un impresionante golazo al mismo rival en Canadá –entonces Inglaterra salió victoriosa de la eliminatoria de octavos– y hoy ha repetido en el 0-3 en una jugada ensayada. Beth Mead, que acababa de saltar al campo, ha enviado una falta atrás para que Bronze, completamente sola en la frontal, voleara un cañonazo imparable.

Curiosamente han llegado entonces los mejores minutos de Noruega, que ha rozado el gol, sobre todo en un remate de Utland, tras error de Bright, que Houghton ha sacado sobre la misma línea de gol. Pero la mejor ocasión ha sido para las inglesas, gracias al empujón de Thorisdottir a Houghton en el área. Pero el penalti de Parris lo ha detenido Hjelmseth, una vez más sensacional.

A Inglaterra le ha importado lo justo. El partido estaba ganado. Y su objetivo cada vez más cerca.

Francia-Estados Unidos

Inglaterra disputará la semifinal el próximo 2 de julio en Lyon. Su rival saldrá del partido que enfrentará este viernes en París (21.00) a Francia y Estados Unidos. Anfitrión frente a vigente campeón en lo que se ha catalogado de final adelantada. Lo cierto es que uno de los principales candidatos al título tendrá que hacer las maletas mañana mismo.

Los precedentes dan como clara favorita a la selección estadounidense, con 17 victorias y cinco empates en 25 amistosos. Y pleno de victorias en sus partidos oficiales: el Mundial de 2011 y los Juegos de Londres y Río. Francia, que solo una vez ha superado la barrera de cuartos, se aferra a las sensaciones y el resultado del último amistoso que enfrentó a ambas selecciones, el pasado enero, que se saldó con victoria gala, aunque Corinne Diacre reconoce que «el contexto es muy diferente».

Los dos equipos llegan al duelo tras firmar una fase de grupos inmaculada y ganar con ciertos apuros sus partidos de octavos, ante Brasil las francesas y ante España Estados Unidos.