A través de su boletín, la diócesis destaca que en mayo, el papa Francisco dio un plazo de un año a todas las diócesis del mundo para que se dotaran de un sistema con el que cualquier persona pudiera denunciar casos de abusos.
El requerimiento se recogía en el documento ‘Vox estis lux mundi’, que la diócesis de Bilbo ha estado estudiando estos meses. Ultimado ya el borrador, se prevé en breve la constitución de esta comisión, que se creará en el seno del tribunal diocesano.
La comisión estará presidida por el fiscal promotor de la justicia de ese mismo tribunal, y también estará integrada por cuatro personas laicas más, que pertenecerán a los ámbitos, civil y penal, de la investigación policial, de la enseñanza y el tiempo libre y de la Fundación Lagungo, el centro diocesano de orientación familiar para casos de abusos o situaciones traumáticas. Estas personas ya han sido seleccionadas.
Manual en la web
En la actualidad, la web de la diócesis ya acoge un manual de buenas prácticas para la prevención de abusos, que pretende ir mejorando y, con la constitución de esta comisión, se pondrá en funcionamiento un correo electrónico para que, quien lo precise, pueda realizar la pertinente denuncia y, a partir de ahí, iniciarse una investigación de los hechos, tanto canónica como civil.
La comisión será competente ante toda persona desarrolle una labor dentro de la diócesis, tanto clérigos como laicos con el objetivo de que la Iglesia «sea un lugar seguro para todos los que acuden a ella, especialmente los menores».