Soledad Galiana

La crisis del Brexit alimenta las ansias de una Irlanda unida

El escenario, más que probable, de que Boris Johnson alcance el liderazgo del Partido tory, lo que le daría la llave del número 10 de Downing Street, abona un Brexit sin acuerdo y, por tanto, alimenta en las encuestas las aspiraciones a la reunificación de Irlanda. Y no solo en el seno de Sinn Féin sino en partidos del Sur de Irlanda como Fianna Fáil.

Boris Johnson. Quién iba a pensar que el infausto alcalde de Londres y el fiasco de la diplomacia británica en su etapa como ministro de Exteriores fuera aspirar a alcanzar no ya el liderazgo conservador, sino el del ejecutivo británico. En cabeza de los sondeos a pesar de su vida personal –una discusión con su actual novia acabó con presencia policial el pasado fin de semana–, su elección dejaría al proceso de paz irlandés, y a Irlanda en general, en una situación precaria.

Johnson – y su competidor, Jeremy Hunt– poco saben o quieren saber sobre Irlanda. En ello no se distinguen demasiado de los seguidores tories, que según una encuesta de YouGov estarían dispuestos a sacrificar la unidad de Gran Bretaña, destruir a su partido y dañar la economía nacional para sacar a toda costa al Reino Unido de la UE.

Una reciente encuesta reveló que el 63% de los conservadores quieren que se lleve a cabo el Brexit cueste lo que cueste, incluso si eso significa que Escocia abandone el Reino Unido. Igualmente, un 59% de los conservadores antepone la salida de la UE a la permanencia del norte de Irlanda en el Reino Unido.

Sin embargo, el resentimiento es mutuo. Una encuesta del “Sunday Times” determinó que Escocia votaría por la independencia si Johnson se convierte en primer ministro. El sondeo augura una mayoría del 51% por la independencia, pero la cifra sube hasta el 53% si Johnson llega a primer ministro. Escocia no es tierra de conservadores.

Por su parte, en el norte de Irlanda el apoyo a la permanencia en la UE se ha incrementado del 56% en el referéndum de 2016 a más de un 60%, un auge que se entiende mirando a la economía norirlandesa y a los efectos negativos que el Brexit ya se ha cobrado. La cifra de empresas que han cerrado su negocio en el norte desde que el Reino Unido votó para abandonar la UE ha aumentado en un 114,3%.

La inseguridad creada por la crisis de los conservadores y del gobierno, la incertidumbre frente a la fórmula del Brexit y las dudas sobre la capacidad o voluntad de Johnson y Hunt de alcanzar un acuerdo pueden hacer realidad la unidad irlandesa. Además, las actitudes sobre la unificación de Irlanda han cambiado en el norte y sur de la isla. Los sondeos en el norte indican que el apoyo a permanecer en el Reino Unido depende de cómo se resuelva el Brexit: si no hay acuerdo, habrá apoyo a la unificación de Irlanda. Si no hay Brexit, la mayoría optaría por la permanencia en el Reino Unido. Si hay acuerdo entre Gran Bretaña y la UE para la salida, los resultados serían muy igualados, según el sondeo de LucidTalk.

En la república irlandesa la discusión política sobre el Brexit ha hecho que los partidos políticos retomen la aspiración de una Irlanda unida, con el apoyo mayoritario de la población, según las encuestas.

El apoyo a una Irlanda unida se distribuye de forma bastante uniforme, con un 60% de apoyo en Dublín y en las provincias de Leinster y Munster. Pero esa cifra aumenta al 70% en las provincias de Connacht-Ulster, que incluyen los condados fronterizos entre norte y sur.

Si bien Sinn Féin, el único partido con representación en toda la isla, ya presentó su propuesta sobre la unidad de Irlanda, incluyendo escenarios como una autonomía amplia para el norte, que preservaría su parlamento, el partido liberal Fianna Fáil ha exigido esta semana al gobernante Fine Gael (democristiano) que incluya la reunificación en su próximo «Plan de Evaluación de Riesgos Nacionales».

El plan anual del Ejecutivo analizará, entre otros, los desafíos geopolíticos, económicos, medioambientales, sociales y tecnológicos, pero el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, se resiste a evaluar la opción de una Irlanda unida, según lamenta el informe de Fianna Fáil.