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moscú

El Kremlin impone el secreto de Estado al incendio del submarino

El incendio que costó la vida a 14 tripulantes de un submarino ruso en el mar de Barents seguía ayer rodeado de misterio, y el Kremlin anunció que los resultados de la investigación de la catástrofe «no se harán públicos» por tratarse de un «secreto de Estado».

El incendio del submarino ruso Losharik que se cobró el lunes por la noche la vida de 14 marineros y sobre el que el Kremlin ha impuesto el secreto de Estado sigue siendo un misterio que ha revivido el recuerdo de la tragedia del Kursk, que conmocionó el país en agosto de 2000.

Las 14 víctimas del incendio del Losharik, entre ellas siete capitanes de navío (el grado más elevado de los oficiales de navegación), murieron intoxicados por las emanaciones del fuego desatado en un misterioso submarino concebido, según la versión oficial, para la investigacioón del medio marino y las operaciones especiales a gran profundidad.

La tragedia se conoció el martes y la información proporcionada fue limitada. El propio presidente, Vladimir Putin, confirmó que se trataba de un submarino «inusual» y precisó que se trataba de un navío de investigación científica con tripulación «altamente profesional».

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó a su vez ayer que la información sobre el tipo de aparato sumergible, así como la naturaleza de las tareas que realizaba, no se revelan en virtud de la ley sobre los secretos de Estado.

Según medios rusos, se trata del submarino nuclear AS-12, conocido como Losharik, capaz de descender a hasta 6.000 metros de profundidad. La presencia de varios oficiales de alto rango a bordo sugiere que el submarino no estaba en una misión ordinaria, según esos medios.

Putin ordenó una investigación completa para dilucidar lo que calificó de «tragedia», y encargó a su ministro de Defensa, Serguei Shoigu, que viaje a Severomorsk, un área militar de acceso muy restringido en el Ártico ruso, para dirigirla.

Shoigu confirmó ayer que hubo supervivientes, entre ellos un civil «representante de la industria» que fue evacuado a una parte herméticamente aislada del submarino.

El incendio se produjo durante una operación de recolección de datos en el lecho marino, según la Marina rusa, que precisó que el sumergible tiene base en Severomorsk, en Murmansk.

Según el diario “Kommersant”, los tripulantes a bordo del submarino accidentado el lunes pertenecían a la base naval 45707 en Petergof, cerca de San Petersburgo. Una base naval que depende, según el diario, a la Dirección de Inmersión Profunda del ministerio de Defensa.

Este accidente recuerda a la tragedia del submarino a propulsión nuclear Kursk, joya de la flota rusa del Norte, que se hundió con 118 hombres a bordo el 12 de agosto de 2000, cuando comenzaba el primer mandato de Putin, cuya gestión del caso fue muy criticada.

El Kursk sufrió la explosión de uno de sus torpedos, lo que desencadenó la destrucción de todo el depósito de municiones y enviando al submarino a 110 metros de profundidad. 23 tripulantes sobrevivieron varios días, pero murieron al no ser rescatados a tiempo.