Amaia U. Lasagabaster

Suecia se cuelga el bronce ante Inglaterra (1-2)

Los goles de Asllani y Jakobsson han premiado el gran inicio de su equipo. Kirby ha recortado distancias antes del descanso pero las suecas, con un esfuerzo descomunal, han sobrevivido a la reacción inglesa en la segunda parte.

Asllani, recuperada del golpe que sufrió el miércoles, ha abierto el marcador a los diez minutos. Valery HACHE/AFP PHOTO
Asllani, recuperada del golpe que sufrió el miércoles, ha abierto el marcador a los diez minutos. Valery HACHE/AFP PHOTO

Por cuarta vez en su historia, Suecia sube al podio del Mundial. Hedvig Lindahl, que ya se había colgado la medalla de bronce hace ocho años en Alemania, repite ahora en el que puede haber sido su último partido. Karen Carney, que la consiguió hace cuatro años en Canadá, cuelga las botas sin poder reeditarla. Las dos han participado en el penúltimo partido de este Mundial, que se ha decantado justamente del lado sueco. El equipo de Peter Gerhardsson, que ha ido de menos a más en el torneo, se ha adelantado en una gran primera parte y, pese al cansancio acumulado, ha sido capaz de frenar la reacción inglesa en la segunda parte.

A Suecia, con un día menos de descanso tras una semifinal que además duró 120 minutos, no le interesaba un partido largo y se le ha notado. Ha querido llevar la voz cantante y, tras cinco minutos de toma y daca, lo ha conseguido. En sólo diez minutos, además, se adelantaba en el marcador. Asllani, recuperada del fuerte golpe en el cuello que sufrió en el último encuentro, aprovechaba un mal rechace de Greenwood –una de las numerosas novedades que ha introducido Neville en el once– para anotar el 1-0.

Inglaterra ha sido incapaz de reaccionar. En buena medida porque se lo impedía su rival que, presionando arriba y con fuerza, generaba mucho peligro. Jakobsson, que acaba el Mundial en un estado de forma sensacional, ha enviado un balón al palo poco antes de firmar lo que parecía la sentencia. A los veinte minutos ha cazado un centro desde la derecha para rematar un balón inalcanzable para Telford.

Las inglesas parecían hundidas pero en cinco minutos se han venido arriba. Un chufado de Bronze que Lindahl ha enviado a córner les ha reanimado, al mismo tiempo que los problemas físicos de Rolfo –que regresaba tras sanción y ha tenido que ser sustituida– y Asllani –que se ha quedado en el banquillo en el descanso– descentraban un tanto a su rival. Uno de esos momentos que pueden romper un partido y que, efectivamente, se ha dejado notar. Las Lionesses se han sacudido la presión y se han hecho hueco por las bandas. Por la derecha ha llegado el 1-2, con un balón de Scott para Kirby, que ha entrado en el área, recortado y ajustado al palo para firmar un bonito gol. Y por la izquierda el balón que ha controlado, bajado y rematado White, pese al pegajoso marcaje de Sembrant para anotar el empate, que finalmente no ha subido al marcador. En una acción ciertamente difícil de apreciar, la colegiada, previa consulta a la pantalla del VAR, ha considerado que la nueva delantera del City se había ayudado del brazo.

No lo ha acusado su equipo, que ha seguido apretando a una Suecia ahora mejor, lo que ha deparado una recta final del primer tiempo vistosa y emocionante.

Las inglesas han regresado mejor de vestuarios. El balón ahora era suyo ante una Suecia que, ya sin Asllani, ha empezado a acusar el cansancio y a pensar más en proteger su mínima renta que en buscar el gol de la tranquilidad, pese a que todavía ha sido capaz de generar peligro. Pero Inglaterra no ha tenido la lucidez que necesitaba en los últimos metros, no ya para marcar sino incluso para generar suficientes ocasiones claras, y Suecia, con los cambios agotados para el minuto setenta, sí ha tenido tenacidad de sobra para paliar la falta de gasolina. Rebajando el ritmo del partido, multiplicando esfuerzos en defensa, en un derroche de amor propio, han conseguido amarrar la ventaja para acabar celebrando su cuarta medalla en un Mundial.


Estados Unidos - Holanda

El Groupama Stadium de Lyon acogerá mañana (17.00) la final. Será la quinta para Estados Unidos, vigente campeón, y la primera para Holanda. El equipo de Jill Ellis parte como claro favorito ante un rival que ha tenido su mejor aliado en el juego aéreo y las acciones a balón parado. También en la fortaleza física, que mañana pondrá a prueba, ya que disputó la semifinal un día más tarde que las norteamericanas y además tuvo que disputar la prórroga para derrotar a Suecia.