Allen comienza a rodar el miércoles su última película en Donostia, producida por Mediapro Studio, y el Ayuntamiento ha organizado una recepción oficial al equipo del director neoyorquino a primera hora de la tarde de mañana en el consistorio donostiarra.
La recepción, que no tendrá un carácter público, se llevará a cabo después de la rueda de prensa que Allen y el resto del equipo artístico ofrecerán al mediodía en el Kursaal para informar sobre el rodaje, que se prolongará desde el 10 de julio hasta el 23 de agosto.
Una vez recibida la invitación, EH Bildu ha anunciado que no asistirá porque Allen, «más allá de su calidad como director de cine, tiene sobre sus espaldas la denuncia de abuso sexual por parte de su propia hija adoptiva, Dylan Farrow, realizada en el año 2008 y basada en hechos acaecidos cuando ésta tenía apenas 7 años».
La coalición abertzale recuerda que organizaciones feministas de EEUU y de otros países han organizado campañas de denuncia y protesta por estos hechos y el año pasado el movimiento Me Too lanzó la campaña ‘Dylan, yo sí te creo’ para apoyar a la hija de Mia Farrow. «De hecho, hoy por hoy en EEUU no le financian las películas ni sus propias memorias y son muchas las actrices que se han arrepentido públicamente de haber trabajado con Allen», indica EH Bildu, que cita a Mira Sorvino, Ellen Page, Evan Rachel Wood, Greta Gerwig y Susan Sarandon.
La coalición abertzale ha recordado también que en enero de 2018 una plataforma feminista de Asturias pidió que se retirase el busto de Woody Allen del centro de Oviedo por las denuncias de su hija adoptiva. EH Bildu lamenta que, a pesar de todos estos hechos y denuncias, «el alcalde, Eneko Goia, ha organizado una recepción a mayor gloria de Woody Allen».
«Se trata de algo totalmente extraordinario y que no se suele hacer a la inmensa mayoría de directores que ruedan en la ciudad», sostiene la coalición, que considera que la recepción «está fuera de lugar».