En esta ocasión, los morlacos de la ganadería abulense han roto con su particular tradición y ninguno de ellos se ha dado la vuelta en el primer tramo de la cuesta de Santo Domingo para regresar a los corrales.
Como ya empieza a ser costumbre, los mansos se han puesto en cabeza de la torada y con cuatro de ellos abriendo la marcha, han ido ascendiendo por la cuesta. Su ritmo era tan fuerte que los seis astados de José Escolar, cinco cárdenos y uno negro, iban cerrando el grupo siguiendo como podían las pezuñas de los bueyes.
La manada se ha ido estirando a medida que subían por Santo Domingo y han entrado en la plaza Consistorial ya casi en fila india. Al entrar en Mercaderes, uno de los morlacos ha rodado por unos adoquines que todavía presentaban alguna humedad después de las fuertes tormentas del día anterior.
A pesar de la humedad, el antideslizante ha vuelto a resultar muy efectivo y los bravos han tomado la curva de Estafeta sin mayores dificultades. Una vez en la gran recta del recorrido del encierro, la manada se ha ido estirando todavía más, con los mansos abriendo paso seguido de cuatro toros, con el resto un poco rezagados.
En el segundo tramo de Estafeta, ha patinado uno de los bueyes de cabeza, haciendo que también tropezara uno de los astados cárdenos, lo que ha modificado un poco la disposición del grupo. Al llegar a Telefónica, dos toros y dos mansos iban en primera posición, seguidos del resto de astados. En el callejón, uno de los toros de José Escolar ha conseguido hacerse con la delantera de la carrera y entrar el primero en la plaza, seguido muy de cerca por un manso y el resto de la torada, que ha accedido al coso en manada.
Finalmente, han entrado en corrales tras realizar un tiempo casi de récord, con dos minutos y trece segundos. Un encierro muy rápido y limpio, ya que solo se han registrado dos contusionados en la zona de Estafeta.