Enrique Maya ha señalado, no obstante, que el análisis que se haga se tiene que hacer «con mucho rigor y priorizando siempre la seguridad».
Después de que varios corredores se hayan sentado este jueves antes del encierro a modo de protesta, el alcalde ha afirmado, en declaraciones a los medios, que está «más que abierto a hablar de todo lo que quieran hablar las personas que quieran hablar de los encierros», si bien ha señalado que le «sorprende que me hayan llegado las cosas por esa pequeña medida de presión que es sentarse durante el recorrido». «Yo les animo a hablar, también para poder explicarles por qué son las cosas», ha indicado.
En ese sentido, ha defendido por ejemplo el uso del antideslizante para tratar de evitar que los toros resbalen y caigan al suelo. «A mí me decía un buen amigo y corredor desde hace muchos años que el antideslizante está matando los encierros, pero algo que está funcionando yo no voy a cambiarlo, porque imaginemos que se quitara el antideslizante y se quedan unos toros y hay cogidas graves, incluso con muerte. Yo tendría una responsabilidad tremenda, también personal, incluso penal. Con esto, pocas bromas», ha señalado.
Sin embargo, ha apuntado que «otra cosa es el tema de los cabestros, que están un poco taponando la primera fila de los toros». «Todo esto se puede hablar con los expertos, los que entienden de esto, y se puede analizar todo, pero desde luego con muchísimo rigor, porque el encierro es una fiesta, es un espectáculo, cuando los toros se quedan hay esa emoción que generan, pero están generando una emoción muy peligrosa y lo primero es la salud de las personas y las vidas, y que no haya secuelas. Creo que en esto estaremos de acuerdo, análisis sí, pero con mucho rigor y priorizando siempre la seguridad», ha subrayado.
Sobre el hecho de que este jueves no hayan participado en el encierro dos de los cabestros considerados más veloces, Enrique Maya ha explicado que no se han dado instrucciones en ese sentido y ha señalado que desconocía las razones de esa decisión.
Sí ha subrayado que él no va a «caer en el espectáculo puro y duro y en esos encierros de muchísimos minutos, jugándose la vida incluso falleciendo algunas personas por esos toros que se quedaban». «Eso no es un objetivo del encierro, el objetivo es que el toro llegue a la plaza, que llegue con el mayor espectáculo posible dentro de la mayor seguridad posible y en eso vamos a seguir trabajado. Analizar sí, pero con rigor, con tranquilidad, tenemos tiempo», ha señalado.
En esta línea, ha recordado que existe la Mesa del Encierro para poder debatir y ha indicado que ahí es donde «se debatió después de aquel famoso incidente del toro que tuvimos que meterlo por el callejón». «Se analizaron muchísimo las cosas, pero con tranquilidad», ha indicado.