En marzo de 2016, Izaro Antxia se convirtió en la primera mujer transexual en disputar como federada un partido de fútbol sala en Euskal Herria. Tres años después, sin embargo, sigue teniendo que soportar acoso e insultos, como los que ha denunciado tras un encuentro el fin de semana pasado en Leioa. Según relata a través de sus redes sociales, un grupo de hombres la acosó desde detrás de la portería con frases como «portera, portero, ¿nos das tu teléfono?» o «marimacho».
«Es triste y sospechoso que esa gente se junte ahí justo la semana después de denunciar comentarios tránsfobos por parte de uno de los equipos participantes y coincida con la fecha posterior a un comunicado de la organización del Mundialito Ayuntamiento de Leioa, impecable, pero probablemente doloroso para algunos, a tenor de lo sucedido», apunta en un escrito publicado en Facebook.
Ante ello, solicitó al árbitro que parase el partido, tras lo que el grupo de hombres pasó a realizar sonidos de animal cada vez que la guardameta tocaba el balón. En ese momento decidió abandonar el partido y llamar a la Policía Municipal, que se presentó en el terreno de juego, momento en el que algunos de los acosadores huyeron y el resto cesó en los insultos.
Antxia ha querido agradecer la actitud de compañeras y rivales: «Por suerte, mi equipo y el contrario han demostrado que estaban a la altura y, no solo han condenado los hechos, sino que mientras se producían han sido defensoras a ultranza de mi persona, llevasen la camiseta que llevasen. Lo mismo puedo decir del árbitro y de la gente que estaba viendo ese bochornoso espectáculo», ha apuntado.
Antxia considera que este suceso es «una demostración más de que el mundo y la sociedad no permite a las mujeres estar en un campo de fútbol en las mismas condiciones que el resto».