Dos semanas después de sus descalificaciones y ataques racistas contra cuatro mujeres congresistas demócratas, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha vuelto a ser acusado de racista por haberse referido al distrito de Elijah Cummings en Baltimore, de mayoría negra, como «un desastre asqueroso, infestado de ratas y roedores (…) bastante peor y más peligroso» que los centros de detención de migrantes en la frontera sur cuyas condiciones había criticado el congresista demócrata afroamericano.

En un furioso mensaje en Twitter, como suele ser habitual, Trump ha calificado a Cummings, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes y uno de sus más acérrimos críticos, como un «matón brutal» por criticar duramente sus políticas migratorias y las condiciones de vida de los migrantes detenidos por la Policía en la frontera con México.

«El representante Elijah Cummings se ha comportado como un matón brutal al vociferar contra los grandes hombres y mujeres de la patrulla fronteriza sobre las condiciones en la frontera sur, cuando en realidad su distrito de Baltimore es mucho peor y más peligroso (...) un asco repugnante infestado de ratas y roedores», ha manifestado Trump. «No hay ser humano que quiera vivir ahí», ha añadido.

Desde la bancada demócrata se ha entendido el término «infestado» como un adjetivo que Trump emplea habitualmente para describir poblaciones de mayoría de raza negra, como lo es también el propio Cummings.

Por ello, la líder demócrata en la Cámara de representantes, Nancy Pelosi, ha defendido al representante también a través de Twitter. «Rechazamos los ataques racistas contra él y le respaldamos en su férreo liderazgo», ha escrito.

Cummings, además de criticar la política migratoria, aprobó el jueves una decisión a favor de su comité para citar a declarar a la hija mayor de Trump, Ivanka, y a su yerno y también asesor, Jared Kushner, por un caso de presunta negligencia sobre secretos oficiales.

Trump ha vuelto a cargar el sábado, a través de Twitter, contra el Comité de Cummings, asegurando que el demócrata «pasa todo su tiempo intentando dañar a gente inocente a través de la ‘Supervisión’».

«Mi labor constitucional»

Cummings ha respondido a las acusaciones de Trump, también a través de esta red social: «Señor Presidente, vuelvo a casa en mi distrito a diario. Cada mañana me levanto y salgo a luchar por mis vecinos. Es mi labor constitucional llevar la supervisión del poder ejecutivo. Pero también es mi labor moral luchar por mis constribuyentes», ha asegurado.

La semana pasada, Cummings criticó al secretario en funciones de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, por las condiciones de las instalaciones fronterizas que albergan a inmigrantes junto al límite con México.

«Usted cree que está haciendo un gran trabajo, ¿verdad?», preguntó Cummings durante una audiencia en el Congreso. «¿Qué significa eso? Cuando un niño está sentado sobre sus propios excrementos, ¿no puede ducharse? (...) Ninguno de nosotros pondríamos a nuestros niños en esa situación», aseguró.

Los ataques de Trump se han producido después de que hace dos semanas cargara contra las congresistas del ala más progresista del Partido Demócrata Rashida Tlaib, Ayanna Pressley, Ilhan Omar y Alexandria Ocasio-Cortez y les pidiera que se marcharan a sus países, unos comentarios que fueron calificados como racistas por la Cámara de Representantes.