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Las Bahamas no son capaces de reponerse del Dorian

Seis días después del paso del huracán Dorian por el norte de las Bahamas nada consuela a los miles de personas que siguen sin poder salir de las zonas afectadas y que lo han perdido todo en el temporal. Los desaparecidos se siguen contando por cientos.

Cientos de personas esperando la evacuación en Marsh Habour. (Brendan SMIALOWSKI/AFP)
Cientos de personas esperando la evacuación en Marsh Habour. (Brendan SMIALOWSKI/AFP)

Cientos de evacuados continúan llegando este domingo a Nueva Providencia, donde se encuentra la capital de Bahamas, Nassau, después de sobrevivir al huracán Dorian, que arrasó Gran Bahama y las Islas Ábaco y dejó, según la cifra oficial, al menos 43 fallecidos.

De esas muertes, 35 se produjeron en las Ábaco, donde residen unas 17.000 personas, y 8 en Gran Bahama, donde viven alrededor de 51.000.

Pero se espera que la cifra aumente considerablemente, debido a que cientos de personas siguen desaparecidas cuando está a punto de cumplirse una semana del paso del temporal.

En las labores de rescate participan en Abaco 274 efectivos de las fuerzas de defensa de Bahamas y la policía y 666 en Gran Bahama, acompañados por personal de la Guardia Costera de Estados Unidos y de varias ONG, entre otros.

Desde que se iniciaron estos trabajos, la Guardia Costera de Estados Unidos ha rescatado a 308 personas.

Condiciones de aislamiento

Los que siguen sin poder salir de las zonas afectadas se enfrentan a la falta de comunicaciones, electricidad, combustible, seguridad y agua potable y, lo que es peor, a no volver a vivir en su casa y con sus pertenencias.

Ni el haber sido salvados ni el agua que ahora tienen y les ha faltado durante días ni la comida que reciben a su llegada a Nassau u otros lugares de Bahamas no afectados por Dorian sirven para calmar la ansiedad de los supervivientes, sabedores de que no volverán a su vida anterior y con el temor a que deberán afrontar el futuro sin nada.

Las más afectadas en Ábaco han sido las comunidades de Cayo Tesoro, Puerto Marsh y el Cayo de Man-O-War, así como la isla de Moore, mientras que en Gran Bahama, prácticamente no existe High Rock, habitado mayoritariamente por haitianos.

Las autoridades locales señalan que la falta de comunicaciones es el problema que mayor ansiedad genera, al producir y ahondar la sensación de aislamiento y de que nadie sabe de su existencia.

El Gobierno del primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, ha subrayado que comprende que haya un sentimiento de abandono, pero ha asegurado que el proceso de rescate, a medida que cuenta con mayores medios y una mejor organización, incluirá a todo el mundo.

Según aseguró en una carta abierta a Minnis el exprocurador general de Bahamas Alfred Sears, el rescate de supervivientes de Dorian tras su paso por Gran Bahama y las Islas Ábaco, se está llevando a cabo de forma dispar, lenta y discriminatoria.

«No hay justicia», indicó en su misiva difundida este sábado, en la que relató que durante seis horas intentó este jueves «desesperadamente» sacar a su familia de Ábaco, donde presenció la «disparidad» en la atención a aquellos que desean salir.

«Parece que no hay justicia para los pobres en las Bahamas», agregó.

Desde este sábado, según ha informado la Guardia Costera estadounidense, todos los puertos marítimos de Ábaco y Gran Bahama han sido reabiertos y han recibido el visto bueno para la llegada de grandes embarcaciones, lo que, como ha indicado Minnis, permitirá acelerar el proceso de rescate.

También, desde hace tres días la aerolínea local Bahamasair ha ido sacando a personas de Abaco y Gran Bahama en los pocos vuelos que ha puesto en marcha, debido a los daños en algunos aerodromos.

El coste, anunció Minnis, es asumido por el Ejecutivo.

23 «Poitiers» desaparecidos

Todos los que salen de los lugares más afectados narran la destrucción masiva reinante en las zonas devastadas, donde prácticamente no queda ni un edificio en pie y que algunos, incluso, aventuran que quedaran inhabitadas.

Unos escombros bajo los cuales se teme que pueda haber cientos de personas que no pudieron sobrevivir al embate del poderoso ciclón, de categoría máxima.

Entre ellos, familiares del actor Sidney Poitier, de 92 años. En declaraciones a medios estadounidenses, su sobrino, Jeffrey Poitier, de 66 años, ha revelado que más de 23 miembros de su familia siguen desaparecidos tras el paso de Dorian. Lo cual da una idea de la magnitud de la tragedia.