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Los transportistas vuelven a criticar a Lakua tras felicitarles la DGT por el G7

Las restricciones de tráfico impuestas por diferentes instituciones, pero especialmente el Gobierno de Lakua, ante el G7 de Biarritz siguen siendo objeto de polémica dos semanas después. La federación estatal ha vuelto a señalarle tras recibir una curiosa felicitación de la DGT.

Camiones esperan en Oiartzun a que se levante el bloqueo durante el G7. (Gorka RUBIO | FOKU)
Camiones esperan en Oiartzun a que se levante el bloqueo durante el G7. (Gorka RUBIO | FOKU)

El director general de Tráfico (DGT) estatal, Pere Navarro, ha remitido una carta de agradecimiento a las organizaciones integrantes del Comité Nacional de Transporte por Carretera por su colaboración con el operativo para la gestión de la circulación durante la pasada reunión del G7 en Biarritz.

Según informa la Federación estatal de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), Pere Navarro se felicita en su misiva por el hecho de que, «a pesar de los inconvenientes ocasionados» por esta cita celebrada del 24 al 26 de agosto, «entre todos» se han podido «minimizar los efectos».

Una afirmación «sorprendente», a juicio de Fenadismer, ya que, según el punto de vista de esta organización, la cumbre del G7 «ocasionó gravísimas afecciones al transporte por carretera, tanto durante los días de celebración de la reunión como en los previos».

Fenadismer recuerda, en este sentido, que la frontera de Irun «es un paso fronterizo esencial para el traslado de las exportaciones españolas hacia los mercados europeos, por la que transitan más de 10.000 camiones diariamente».

«Cabe recordar -añade esta organización- que, si bien las autoridades francesas establecieron una serie de prohibiciones flexibles de circulación para camiones, la Policía Vasca aprobó restricciones más severas, absolutamente desproporcionadas e irracionales, que supusieron en la práctica blindar completamente Gipuzkoa al paso de camiones durante dichos días».

«Tras las críticas recibidas -añade-, intentó recular, suavizándolas doce horas antes de su entrada en vigor, pero sin efecto práctico alguno porque no fueron difundidas a nivel nacional y porque con tan poco tiempo era posible reprogramar las rutas por parte de los transportistas».

Fenadismer critica también que la «alternativa» ofrecida esos días por la DGT fuera «acceder a Francia a través de la frontera de la Junquera», que «en la práctica suponía para los camiones hacer un rodeo de más de 1.000 kilómetros para poder continuar su ruta».

Una propuesta que, en la mayoría de las rutas, «resultaba irracional y antieconómica para los transportistas», que «en la mayoría de los casos optaron por aplazar el viaje o estacionar los vehículos en lugares próximos hasta que concluyera la cumbre», indica.