Queda muy poco para que sepamos cuáles serán las películas galardonadas en esta la 67ª edición del Festival Internacional de Cine de Donostia. Las quinielas están hechas y cada cual tiene su favorita para la Concha de Oro. La de este año, hasta lo que yo he podido disfrutar, ha sido una selección con disparidad de nivel, pero comprendo que necesario asumir riesgos a la hora de programar. Sabemos que la tarea no es fácil y que son muchos los factores que coexisten a la hora de tomar decisiones. Desde mi punto de vista, dos han sido las películas que no estaban al nivel de cintas como ‘La trinchera infinita’ o ‘Proxima’, me refiero a ‘Dark- Dark Man’ y a ‘Zeroville’. La primera, ambientada en un pueblo kazajo, nos habla de la corrupción policial de la zona a través de la investigación que provoca una periodista (la única mujer que aparece en la cinta, prácticamente). Un niño ha sido asesinado, pero no es el único.
El director de ‘A Dark-Dark Man’, Adilkhan Yerzhanov (Djezkazgan, Kazakhstan. 1982), dirigió en 2001 su primer largometraje, ‘Rieltor’ (Realtor). Pese a su abultado currículo (ha pasado por festivales como Cannes, Rotterdam o Moscú) y al interesante planteamiento formal de la película (la realización es brillante) la cinta peca de falta de cohesión en cuanto al guion y apenas existe la dirección de actores. El montaje necesita trabajo y se percibe en el visionado.
Entiendo que la del kazajo es la apuesta por un modo de contar distinto, pero no me parece suficiente para que la película funcione y haya sido seleccionado en detrimento de otras que han quedado fuera. Lo mismo me sucede con ‘Zeroville’ de James Franco. A pesar de que ha quedado fuera de concurso en el ecuador del festival por causas ajenas a la organización, la cinta no merecía estar en sección oficial (sí en un pase especial).
Considero que estar protagonizada y firmada por James Franco o ser una especie de dudoso homenaje a los estudios de Hollywood, no la hace merecedora de tal privilegio. Montgomery Clift y Elizabeth Taylor, ‘Un lugar en el sol’ o Megan Fox, son los ingredientes para el viaje surrealista de un joven que pasa de ser estudiante de arquitectura a montador de cine. James Franco (Palo Alto, EE. UU. 1978) conocido por su faceta de intérprete (y adorable provocador) ha escrito y dirigido más de una docena de largometrajes, además de cortos y trabajos para la televisión. Con ‘The Disaster Artist’ ganó en 2017 la Concha de Oro a la Mejor Película en el Festival de Donostia y fue nominado al Oscar al Mejor Guion Adaptado. Con ‘Zeroville’, Franco nos ha dejado a muchas un sabor agridulce (Will Ferrell es lo más) hubiese preferido en sección oficial cualquier película firmada por uno de esos directores o directoras que ni quiera tienen Instagram.