Al menos 60 cazas turcos han participado en el inicio de la ofensiva turca bautizada como «Manantial de paz» y han penetrado unos 30 kilómetros en territorio sirio, acorde a la pretensión de Ankara de tomar el control de una franja de unos 32 kilómetros de ancho a en las zonas del noreste de Siria bajo control de las fuerzas kurdas, entre el río Éufrates y la frontera con Irak.
Anoche unidades terrestres del Ejército turco, apoyadas por milicias sirias, penetraron en la zona desde cuatro puntos, a partir de los municipios de Tal Ayabd y Serakanye, unos 100 kilómetros al este, .
«La operación Fuente de Paz continúa según lo planeado al otro lado de la frontera», ha declarado esta mañana el vicepresidente turco, Fuat Oktay, en un mensaje en Twitter.
Por su parte, las milicias kurdo-árabes de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) han indicado que tras los bombardeos de esta noche por la mañana había una «calma tensa».
«Muchos civiles han resultado muertos y heridos en los bombardeos en bastantes ciudades y pueblos fronterizos, incluyendo mujeres y niños», ha explicado, sin poder precisar una cifra actualizada porque aún se está elaborando el reporte. Las FSD informaron anoche de que al menos 8 personas, entre ellas 5 civiles, habían muerto por los ataques de Turquía en el inicio de la ofensiva.
También ha precisado que un grupo vinculado con el Estado Islámico (EI) ha atacado a civiles en el sur de Serakanye, pero las fuerzas policiales kurdas han repelido a los agresores.
Otro de los lugares atacados ha sido Qamishli, una de las ciudades más pobladas del territorio que controlan los kurdo-sirios en el norte y noreste de Siria, y donde Damasco también domina una zona, incluido el aeropuerto.
Atacada a una prisión con milicianos del ISIS
Además, las autoridades kurdas han acusado a Turquía de bombardear una prisión en la que había milicianos de Estado Islámico de más de 60 nacionalidades y han denunciado que se trata de un intento de ayudarles a escapar.
El ataque de artillería tuvo lugar el miércoles por la noche contra la prisión de Chirkin, en la ciudad de Qamishli, según han indicado las autoridades kurdas en un comunicado.
La población huye
La población civil había comenzado a huir presa del pánico de las poblaciones bombardeadas desde horas antes, en motos, camiones o incluso a pie, llevando maletas o bolsas de viaje llenas de lo que podían recoger.