El objeto de la iniciativa de Navarra Suma era, según sus promotores, «restaurar la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo en las Administraciones Públicas para, conforme a la realidad sociolingüística, establecer en el plazo de seis meses un nuevo procedimiento de valoración del conocimiento del euskera acorde al perfil lingüístico que, de un modo definido y seguro, se efectúe de las plazas».
El nuevo Decreto Foral evitaría la valoración del euskara en la zona no vascófona, y lo ceñiría a entre el 3 y el 6% (zona mixta) o a entre el 6 y el 10% (zona vascófona) del conjunto de méritos «en los puestos con un mayor grado de atención o trato con la ciudadanía».
La iniciativa ha sido defendida por Javier Esparza, quien ha apuntado que como en el periodo comprendido entre su presentación y el momento actual ha habido una sentencia judicial, si fuera admitida a trámite presentarían enmiendas para adaptar el contenido a esa resolución judicial, que, ha insistido, no debe ser recurrida.
Esparza ha cuestionado la política lingüística de la pasada legislatura, un «continuo de tensiones y de polémicas», que «causó rechazo y preocupación» en una «amplia parte de la sociedad navarra», ha aseverado.
El rechazo a esa «guerra lingüística» estuvo liderado por UPN, PSN y PP en la Cámara y fuera del Parlamento por ciudadanos y asociaciones sindicatos y colectivos, ha señalado Esparza, quien ha insistido en que, aunque con «matices», en «lo fundamental» estaban de acuerdo, compartían «una crítica contundente a la política del nacionalismo vasco en Navarra».
El portavoz de NA+ ha repasado las críticas al decreto por parte del PSN en la pasada legislatura indicando que realizaron afirmaciones como que «conlleva discriminaciones» o «intencionalidad nacionalista que no se corresponde con la realidad lingüística de Navarra», a lo que ha añadido que votaron a favor de derogar este decreto en una moción en el Ayuntamiento de Tutera y otra en el Parlamento.
En este contexto se ha preguntado por qué la pasada legislatura votaron a favor de derogarlo y por qué en esta no se posicionan en ese sentido.
«En Navarra el 6,7 % de los navarros habla euskera de forma permanente, tienen derechos, pero también el 87 % que no saben», ha aseverado Esparza, quien ha afirmado que si todos hicieran lo que decían hace cuatro meses una mayoría de 31 parlamentarios derogaría este decreto.
Por el PSN, Inmaculada Jurío ha argumentado su rechazo a la tramitación indicando que la iniciativa se presentó por razones políticas y sabiendo que la futura y eventual presidenta del Gobierno se había posicionado en contra. En cuanto a la sentencia ha dicho que «obliga a explorar nuevos caminos con criterios de razonabilidad y proporcionalidad que impidan la discriminación en el acceso a la función pública».
Jabi Arakama, Geroa Bai, ha considerado que la presentación de esta iniciativa es la «mejor prueba del fracaso de una ofensiva política, sindical, mediática y judicial» contra el decreto, porque no han conseguido el objetivo de su derogación total, tras lo que se ha congratulado por que la resolución judicial avale los planes lingüísticos.
La portavoz de EH Bildu, Bakartxo Ruiz, quien defiende la oficialidad del euskara en toda Nafarroa, ha calificado de «retroceso» la iniciativa de Navarra Suma, formación a la que ha dicho que está «anclada en el pasado» e inmersa en «una cruzada de fundamentalismo lingüístico ardoroso».
Ainhoa Aznárez, Podemos, ha reprochado a NA+ que con su iniciativa solo «busca el conflicto y hacer ruido utilizando una lengua propia de Navarra», al tiempo que ha remarcado que el 90 % del decreto está en vigor y ha quedado aceptado tras la sentencia, ante la que ha insistido en que es preciso «dar seguridad jurídica a los ciudadanos».
La parlamentaria de I-E Marisa de Simón, quien ha opinado que se está utilizando el decreto foral de «manera muy torticera», ha reprochado a NA+ que quiere derogar aspectos del decreto que no han sido anulados por la sentencia.
En su réplica, Esparza ha sostenido que «para el nacionalismo vasco imponer el euskera es esencial para su proyecto político y si el PSN vota con el nacionalismo vasco fortalece un proyecto nacionalista en Navarra».