Las jugadoras de fútbol de Primera Iberdrola han anunciado que irán a la huelga la próxima semana al no haber acuerdo entre patronal y sindicatos para firmar el primer convenio colectivo del fútbol femenino. El principal escollo existe en la parcialidad de los contratos. Las futbolistas han cedido en sus pretensiones y piden el reconocimiento del 75% de la jornada laboral –en vez del 100% inicial– y la Asociación de Clubes sigue proponiendo la mitad.
Ante el revuelo que provocó en redes sociales el anuncio de la huelga de las futbolistas, la usuaria de Twitter @MenendezFaya ha querido explicar de manera clara y ordenada lo que piden las jugadoras, comparándolo con el Convenio Colectivo del fútbol profesional que firmaron los jugadores masculinos de Primera y Segunda División hace cuatro años.
Te voy a explicar cómo funciona el fútbol, a ti y a todos tus cuñados, para que veas lo equivocado que estás, los prejuicios que tienes y el ridículo que haces (hacéis) con comentarios así: https://t.co/xOWMG4or2c
— Andrea (@MenendezFaya) 2019(e)ko urriaren 23(a)
Las explicaciones de esta usuaria han tenido gran repercusión –hasta 6.500 retuits en menos de ocho horas y casi 10.000 ‘me gustas’–. Y es que todo empezó cuando otros usuario quiso desprestigiar la lucha de las futbolistas por el convenio colectivo, argumentando que «ni siquiera llegan al larguero» o que «cualquier jugador de Tercera les da mil vueltas».
Respuesta clara y concisa
Andrea Menéndez Faya comienza explicando que el convenio colectivo «es un documento oficial que obliga tanto a trabajadores como a empresarios a aplicar y cumplir cada una de sus normas».
El fútbol español ya está regulado por un convenio, de aplicación solo al fútbol masculino, suscrito el 9 de octubre de 2015 por la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP) y la Asociación de Futbolistas Profesionales (AFE) .
— Andrea (@MenendezFaya) 2019(e)ko urriaren 23(a)
Continúa citando que en ese convenio de fútbol masculino una de las condiciones mínimas fijadas es un sueldo mensual de 6.500 euros + IPC en el caso de la Primera División, y de 4.000 euros + IPC en Segunda.
Esto es lo que LEGALMENTE regula la práctica deportiva PROFESIONAL del fútbol en nuestro país, zoquete. A ellas se les exige profesionalidad en el ámbito deportivo y personal, esa misma jornada, esa dedicación y, además, un crecimiento deportivo con los éxitos de los últimos años
— Andrea (@MenendezFaya) 2019(e)ko urriaren 23(a)
Reivindicaciones mínimas de una trabajadora
Las reivindicaciones de las futbolistas, sin embargo, van más allá del sueldo mínimo. Piden un contrato parcial del 75%, cobrar el 100% cuando caigan lesionadas; protocolo de embarazo, maternidad y lactancia; protocolo de acoso sexual; evaluación adecuada de riesgos; y el salario mínimo de 16.000 anuales, de los que aceptan 12.000.
Ah, espera, que me vas a contar que no genera. Y entonces te voy a contar lo que nadie cuenta, el mayor obstáculo para que la ACFF, la RFEF, LaLiga y todas las entidades que han estado en las 18 reuniones anteriores tengan bloqueado el convenio: EL DINERO DE LAS TELES
— Andrea (@MenendezFaya) 2019(e)ko urriaren 23(a)
Concluye afirmando que «todo el guirigai que hay montado con las teles» –porque algunos clubes tienen un contrato firmado con Mediapro y otros con la RFEF– «se acabaría con la firma del convenio»:
¡Hostia!
— Andrea (@MenendezFaya) 2019(e)ko urriaren 23(a)
¿¡Cómo!?
¿Que el fútbol femenino HOY genera un dinero que nadie quiere soltar?
¿Cómo puede ser eso si no llegan al larguero?
Bienvenidos al siglo XXI, cavernícolas.
— Andrea (@MenendezFaya) 2019(e)ko urriaren 23(a)
Un saludo. pic.twitter.com/1uQaoEBzvS